Será, sin duda, por su extraordinaria victoria en la reciente Vuelta a Suiza, pero he visto que en algunas quinielas Roman Kreuziger figura en la lista de los aspirantes a la victoria final. Personalmente creo que es una aspiración excesiva, y si alguien (él mismo o su equipo) le exige cumplir con esas expectativas consideraría que le está haciendo un flaco favor. Un ciclista joven y sin grandes experiencias en grandes vueltas necesita libertad, sentirse arropado, tranquilo, pero sin la obligación de llevar el peso del equipo, porque ante cualquier contratiempo se podría derrumbar con facilidad.
Se que a su edad, 22 años, ha habido corredores que han estado luchando por el podium o incluso han logrado la victoria en el Tour de Francia. Jacques Anquetil, Felice Gimondi, y Laurent Fignon entre otros lo hicieron cuando contaban con tan sólo 22 años. Eddy Merckx, Bernard Hinault, el propio Fignon por segunda vez, o Jan Ullrich con 23 (el alemán ya fue segundo con 22 años detrás de Bjarne Riis). E incluso hay otro ejemplo muy reciente en el Giro de Italia, donde Andy Schleck fue segundo el año pasado antes de cumplir los 22 años. Pero, aún siendo todo eso cierto, ninguno de los citados acudió a su primer Tour de Francia con el título de favorito.
Se acaba de hacer público que su compañero de equipo Daniele Bennati no podrá acudir definitivamente al Tour por sufrir una tendinitis en el Aquiles. Eso le podría perjudicar porque corre el peligro de que todos los focos se centren en él. Sea como fuere, Kreuziger tiene las suficientes credenciales para confiar en que puede desempeñar un papel destacado en el Tour de Francia. Si pudiera mantener el nivel de la Vuelta a Suiza durante todo el Tour, no dudo que se podría clasificar entre los diez primeros. No tendrá la obligación de desgastarse trabajando para nadie, y su nivel tanto en montaña como en la crono le puede asegurar un puesto destacado entre los mejores.
Sus experiencias en vueltas de tres semanas se reducen a la participación en la pasada Vuelta a España donde se clasificó en el puesto 21º. Sin embargo tuvo muy poca presencia en la carrera, dado que en ninguna de las etapas de clasificó entre los top-10.
Por todo ello, y teniendo en cuenta que debutará en el Tour de Francia, creo que un objetivo sensato podría ser intentar clasificarse entre los diez primeros e imponerse en la clasificación de los jóvenes, un objetivo al alcance de su potencial. Superarlo, sería una agradable sorpresa.
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