Ya estamos en pleno Giro de Italia. Sigo pensando que el Tour es la mejor carrera, pero el Giro tiene un marco excepcional. Tiene muchos y grandes corredores locales, tienen un recorrido equilibrado y espectacular y tienen una afición muy caliente.
Sin duda los italianos tienen un nivel competitivo muy grande, y sobre todo tienen un olfato ganador que no tiene ningún otro país. La calidad que atesoran no tiene discusión. El recorrido que diseñan es muy completo. Hay montaña, llegadas masivas, cronos, etapas trampa…
Es cierto que para el corredor es durísimo, pero el ser tan duro hace que algunos días se tome la carrera con calma, sabedores de la dureza restante. El paisaje es maravilloso, los Alpes así lo son. Y la afición es muy caliente, muy “tifosi” con los suyos, aunque en determinadas ocasiones irrespetuosa con el resto.
El Giro 2009 ya está en marcha. Petacchi vuelve a ser el mejor llegador, con dos victorias en sendas llegadas masivas. Di Luca demuestra con su victoria en la cuarta etapa ese espiritu ganador en Italia. Pero sobre todo, quiero destacar la calidad de los veteranos, que vuelven a ser protagonistas. Di Luca, Garzelli, Simoni, Basso, Petacchi, o el propio Armstrong son prueba de ello. Acaba de comenzar el Giro y ya demuestran volver a estar ahí.
Los jovenes tienen que aprender de estas figuras mundiales, a las cuales tendrán que dar relevo muy pronto. Pero tengo la sensación, que a los jovenes que llegan de atras,les está costando mucho destronar a esta generación, y eso dice mucho de ella.
El Giro es una carrera especial, con grandes corredores y buenos recorridos. A Carlos Sastre le ha ido muy bein, su cuarto puesto firmado en la meta de Pinerolo hace que escale una posición más en la general, de la séptima a la sexta, y con un minuto y 54 segundos de desventaja respecto al líder y vencedor de la décima etapa, Danilo Di Luca.
Bien por Sastre, ojala siga escalando posiciones en la final.