Thor Hushovd gana en casa

No está siendo un buen Tour de Francia para el Rabobank, que hasta ahora sólo ha sido protagonista por las desgracias. Primero fue la flojísima actuación de Denis Menchov en la primera crono (53º a un minuto y 31 segundos de Cancellara), el peor entre los favoritos a hacer algo destacado en la clasificación General. Luego el triste resultado en la crono por equipos (undécimos a dos minutos y 20 segundos del Astana). Y como si no bastara con eso, Robert Gesink, una de las promesas del equipo y del ciclismo holandés se ha tenido que retirar con la muñeca rota.

Hoy en Barcelona Oscar Freire tenía una oportunidad de oro para resarcirse de la pobre imagen ofrecida hasta el momento. Pero tampoco pudo ser, y creo que ha sido por los errores que ha cometido en los últimos 200 metros. Poco habituales, dicho sea de paso. Freire es casi infalible en ese tipo de llegadas que pican hacía arriba, pero seguramente la urgencia por una victoria le ha provocado el fallo que habitualmente no comete.

Lo peor que le puede a ocurrir a un esprinter es quedarse en cabeza sin ningún tipo de referencia a una distancia excesiva de la meta. Y es eso lo que le ha ocurrido a Freire. Como la llegada era muy exigente los lanzadores de los distintos equipos se ha vaciado antes de tiempo y Freire, que iba muy bien colocado, se ha visto obligado a comandar el pelotón dudando si arrancar o esperar a su distancia ideal. Mientras se debatía en esa indecisión ha perdido algo de velocidad justo en el momento en que Thor Hushovd, que esperaba a rebufo del cántabro, ha descargado toda su potencia y rabia para batir con claridad al corredor del Rabobank.

Tampoco es una sorpresa que Hushovd haya ganado en el Tour, ni en Cataluña, ni precisamente en Barcelona. Ha logrado su séptima victoria en la ronda gala, también la séptima que logra en tierras catalanas (todas den la Vuelta a Cataluña) y la tercera en Barcelona.