Hoy hemos podido observar, una vez más, lo duro que es el ciclismo. No es que los corredores hayan tenido que superar las míticas cumbres francesas, ni que el viento haya provocado una jornada dantesca. La etapa entre Tonerre y Vittel no ha tenido nada de ello, ha sido más bien aburrida, con un guión previsible, la peor noticia para cualquier deporte que quiera ser atractivo.
La dureza de este deporte se ha visto reflejada en la cara de Nicki Sorensen, el ganador de la etapa. Tras levantar victorioso los brazos tras su llegada en solitario, el ciclista danés ha sido entrevistado por la televisión francesa. Su cara era poema, una mezcla entre la felicidad del momento y el sufrimiento que arrastra desde que decidió ser ciclista, un objetivo que no todo el mundo es capaz de lograr. Sorensen tiene los ojos claros, tan claros como los pocos sueños que se permite en su profesión. Y la piel curtida y seca, arrugada por los castigos que ha sometido a su cuerpo desde que debutara en el campo profesional hace ahora 10 años. Parece mucho más viejo de lo que es, un castigo por todos los esfuerzos que ha realizado al frente del pelotón durante muchos kilómetros, siempre sirviendo a algún líder que quería abrazar el éxito.
Nicki Sorensen es el típico buen corredor que pese a la victoria en Avila en la Vuelta a España de 2005 o el Campeonato de Dinamarca que logró el año pasado y en 2003, el destino no ha sido muy bondadoso con su empeño. Es un ciclista al estilo de Marzio Bruseghin o José Luis Arrieta, corredores que jamás hacen la más mínima mueca cuando se trata de trabajar para un colega, amigos que siempre están dispuestos para arrimar el hombro, compañeros que dan el alma por el triunfo ajeno. Un corredor por el que todo el mundo se alegra cuando obtiene el premio que ha merecido en muchas ocasiones.
Acabo de enterarme, Levi Leipheimer esta fuera de carrera. Tiene la muñeca rota como consecuencia de la caida que sufrio a falta de 3 kilometros en la etapa de ayer. No puedo ni imaginar el mazazo que habra supuesto para él el tener que dejar la prueba. El Astana se queda sin uno de sus mas solidos efectivos, pero el que mas va a sufrir esta baja va a ser sin duda alguna Lance Armstrong. El Tejano ha estado acompañado por el Californiano desde que emprendio su regreso. Ha competido en las mismas pruebas por no hablar de las horas y horas que han compartido entrenando en Colorado. Levi Leipheimer es sin duda alguna el mejor apoyo que el Americano puede encontrar en el peloton actualmente. Creo que en el equipo Astana este hecho supone por un lado una mayor responsabilidad para Kloden,Popovich y Haimar que tendran que ”dar de si” un poco mas. Tambien creo que equilibra un poco mas el reparto de apoyos con los que cuentan Alberto Contador y Lance Armstrong dentro del equipo. Pero sin duda los mas beneficiados podrian ser los aspirantes a la general de los demas equipos que quieran o puedan atacar ya que Contador y sobre todo Armstrong contaran con un ayudante menos. Y digo podrian, ya que considero que el Astana salvo que ocurra una debacle, tiene efectivos suficientes todavia como para controlar la carrera y arropar a sus lideres en los momentos criticos. Pero indudablemente la perdida de Leipheimer supone un mayor equilibrio de fuerzas entre los equipos.
Volviendo a Leipheimer, me gustaria decir que es uno de esos excepcionales corredores a los que siempre les ha faltado ”algo”para convertirse en verdaderas estrellas y que a menudo son injustamente tratados por estar a la sombra de otros lideres pese a contar en sus espaldas con un palmares digno de todo elogio. Es injusto el tener que dejar el tour de esta manera y creo que su rendimiento iba a ser bueno ya que al igual que a Kloden y Haimar se les ve disfrutando del Tour. El no tener la responsabilidad como jefes de fila y siendo su unica labor la de ayudar a sus patrones les estaba reportando tranquilidad y se les ve disfrutando de la carrera aunque los malos momentos podrian llegar en los proximos dias donde la acumulacion de trabajo puede empezar a hacer mella en ellos.
En fin una pena, yo personalmente echare de menos la postura aerodinamica ”extrema” de Leipheimer en la proxima contra reloj.