Cancellara reloj de Oro

Sólo era cuestión de tiempo. Y en eso el mejor especialista de la actualidad es Fabian Cancellara, un auténtico reloj suizo de cuarzo del más alto quilate. Nadie duda de su supremacía. Todos lo aceptan como el mejor. Nadie lucha por la victoria ante él. Solo optan al segundo puesto, como mucho. Últimamente gana todas las cronos que disputa, cosa que no ocurría en el pasado, dónde su falta de resistencia le impedía ganar en pruebas de larga distancia. Eso tampoco es un problema. Ni eso, ni el recorrido, ni los adversarios. Cancellara ha logrado tal nivel que la victoria depende de él. Si el da el cien por cien, su victoria es inevitable. Esa es la verdad absoluta.

Si además, el Campeonato del Mundo se celebra en su país, qué se puede hacer. Resignarse. Pero nadie regala nada y lo menos que se le podía pedir era que ofreciera otra exhibición de fuerza, porque Cancellara es sobre todo fuerza. No es tan elegante como David Millar, ni tan aerodinámico como Levi Leipheimer, pero es mucho más fuerte que ellos. Que todos. Lo ha demostrado una vez más en Mendrisio, donde ha ejecutado su don natural de forma magistral. Marcando siempre los mejores tiempos. Dando las pedaladas más fuertes y eficaces. Ha sido sencillo. Pero sólo él lo puede realizar de esa forma.

Ha sido su tercer Campeonato del Mundo, logró que añadirá al entorchado Olímpico, a las tres victorias contra el crono del Tour y las dos de la Vuelta a España, logradas recientemente, entre otras muchas.

Pese a que Cancellara gana con tanta suficiencia que ensombrece cualquier otra actuación brillante, hay que destacar también las medallas de Gustav Larsson y Tony Martin, plata y bronce respectivamente. El sueco es un corredor que jamás ha sido reconocido como un gran especialista, pero presenta unas credenciales a la altura de muy pocos, un subcampeonato Olímpico entre otros buenos puestos.

También merece una mención, y muy especial el alemán Tony Martin. No sólo por su tercer puesto, sino por la extraordinaria regularidad que ha demostrado durante toda la campaña, hecho que confirma las tremendas posibilidades que presenta para el futuro.