La carretera está haciendo justicia a Xavier Tondo, que se está especializando en victorias de alto calibre. De un ciclismo que parecía perdido, pero que sus dos últimas victorias, la de la París-Niza y la de hoy en la Vuelta a Cataluña, han demostrado que es posible. Un ciclismo sin temor a la pérdida de lo poco que se tiene, arriesgado para intentar ganar aquello que se ha soñado, loco si se quiere, pero espectacular, electrizante y atractivo.
Tondo y Joaquín Rodríguez se han escapado a falta de 50 kilómetros para la meta. En el puerto de la Josa del Cadí, de segunda categoría. Algo inusual en el ciclismo actual, controlado hasta la exageración y por ende aburrido en ocasiones. Seguramente nadie habrá pensado que esa escapada podría decidir la etapa, y mucho menos la vuelta. Todos habrán mirado hacía el Radioshack que con Leipheimer y Kloden en segundo y tercer puesto debían tomar cartas en el asunto. No me preguntéis por qué pero no lo han hecho. Si lo han hecho el Liquigas, el Francaise des Jeux y Luis León Sánchez en solitario, pero el esfuerzo de todos ellos ha sido inútil. Para cuando se han enterado Xavier Tondo ya estaba levantando los brazos de una victoria soñada desde la niñez (vive a siete kilómetros de la meta de hoy), y Joaquín Rodríguez saboreando lo que será su victoria más importante cuando finalice la carrera.
“Página de la Vuelta a Cataluña”:http://www.voltacatalunya.cat/
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