Dos varas de medir

Como todos los casos de dopage, la Operación Galgo está dando mucho que hablar. Y lo dará. Se ha sabido que Eufemiano Fuentes, a quién no pocos atribuyen ser el jefe de toda la trama como en el Operación Puerto, ha hecho unas manifestaciones que podrían poner todo el deporte español patas arriba, incluido el fútbol. Seguramente no estuvo dan dicharachero frente al juez que le interrogó por su presunta implicación en el caso que nos ocupa, pero un inquilino de la celda que compartió el doctor canario ha afirmado que, textualmente, Eufemiano dijo que “si dijera lo que sé, adiós al Mundial y la Eurocopa”. Evidentemente se refería a los logros históricos de La Roja.

La frase habrá sido motivo de debate en muchos foros y corrillos deportivos, pero estoy convencido que pocos habrán dado la misma credibilidad que le otorgan a su relación con el ciclismo y el atletismo. El fútbol es intocable. Antes de ser juzgado todo el mundo da por hecho y comprobado que todos aquellos ciclistas y atletas que han pasado por sus manos se han dopado. La mayoría argumentará que sin doparse es imposible subir todos los días los puertos del Tour, Giro o Vuelta a España, pero esa base de argumentación queda hecha añicos en algunas especialidades del atletismo donde la mayoría de las carreras se disputan en distancias cortas y sin dificultades orográficas.

Esa misma gente razonará que el fútbol, al ser un deporte de equipo y en el que el factor táctico y técnico tiene una importancia decisiva, no requiere de las preparaciones biológicas de otros deportes, olvidándose que también en el fútbol la capacidad física es cada vez más determinante y que el factor técnico está ligado , en cierta forma, al cansancio o capacidad física.

Pero sin entrar a discutir ese tipo de razones, lo que me llama la atención es que las declaraciones hechas por el mismo hombre sobre diferentes deportes tenga una acogida tan desigual. Y es que nunca ha sido fácil cambiar nuestros prejuicios.