Los alemanes tienen fama de ser cabezas cuadrada. Pues Andreas Kloden debe ser alemán alemán. El vencedor de la 51. Vuelta al País Vasco es tremendamente metódico. Cada cosa en su sitio. Es muy cuidadoso en todo aquello que repercute en su rendimiento. Preciso en el entrenamiento y sistemático en sus hábitos. Cualquier cambio que se realice de improvisto, repercute negativamente en su psicología, no siempre muy fuerte.
Tiene detalles de auténtico maniático, pero no son precisamente caprichos. Por ejemplo, en cuanto al material utiliza un sillín distinto a todos los miembros del equipo. Y lo mismo ocurre con los pedales. En la vestimenta también marca la diferencia. Lleva unas zapatillas camufladas porque son competencia de las oficiales del equipo. Y hoy en la crono, por petición expresa del corredor, los miembros del jurado le han permitido disputar la crono con el buzo del equipo, y no con el maillot blanco como le obligaba el reglamento.
En cuanto a los entrenamientos y el calendario la misma perfección. Para nadie es agradable que le cambien el calendario establecido. En el caso de Kloden es imposible. Jamás accede a una modificación que no responda a una necesidad imperiosa.
Pero todos estos detalles no responden a la extravagancia de un corredor chalado, sino a un ciclista obsesionado con todos aquellos detalles que le permiten sentirse a gusto y rendir al ciento por ciento. Siempre fue así, y ahora, a los 35 años no cambiará. Tampoco debe, porque esa forma de actuar le ha llevado a lo más alto en pruebas de máxima categoría durante mucho tiempo, hecho que sólo logran los más grandes
Responsable: Biolaster, S.L, finalidad: Dar respuesta a las solicitudes de información, legitimación: consentimiento del interesado, destinatarios: no se comunicarán datos a terceros, derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional. Política de Privacidad.