Samuel Sánchez logró en la Volta a Cataluña la primera victoria de la temporada y estrenó de paso el casillero de su equipo, el Euskaltel, siempre necesitado de ese tipo de alegrías. Esa victoria tiene un significado doble. Por una parte demuestra que una vez más el asturiano no ha descuidado su preparación y llega en forma a uno de sus objetivos de la temporada. Por otra, es un bálsamo de tranquilidad ante la presión que deberá sufrir el equipo en la vuelta de casa.
Al margen de lo que pueda hacer en la carrera, Samuel estará en la lucha por la victoria. De etapas y de la general. Ha sido una constante en su carrera profesional. Ha ganado cinco etapas y ha subido tres veces al tercer puesto. Su peor puesto es un décimo. Casi nada. En la Vuelta al País Vasco Samuel se convierte en un auténtico líder que nunca falla. Este año también está listo.
Y es que el Euskaltel no puede fallar en su carrera. Los aficionados no se lo permiten. Menos incluso que en el Tour. Es el peaje que tiene que pagar por ser el equipo de todos. El Euskaltel es un equipo atípico. Lo ha sido desde su creación. También por su filosofía. En ciclismo todo el mundo ha sido y es de un corredor. O de varios, pero independientemente del equipo para el que corran se identifican con un corredor. En el País Vasco, todo el mundo es del Euskaltel. Es probablemente el único equipo del mundo que ha llegado en masa a los corazones de los aficionados. Pero al mismo tiempo la exigencia también llega en masa y no siempre es fácil corresponderla, pero el Euskaltel y, sobre todo, Samuel están preparados para responder a la máxima exigencia. La victoria.
Responsable: Biolaster, S.L, finalidad: Dar respuesta a las solicitudes de información, legitimación: consentimiento del interesado, destinatarios: no se comunicarán datos a terceros, derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional. Política de Privacidad.