La selección española no sabe gestionar la abundancia. Teóricamente tenían tres o incluso cuatro, y para los más optimistas hasta cinco, hombres para luchar por la victoria, pero al final se han tenido que conformar con la medalla de bronce, metal que ha repetido Alejandro Valverde. Ninguno de ellos dio el nivel esperado. Ni Purito Rodríguez estuvo a la altura, ni Alberto Contador pudo repetir la hazaña de Fuente Dé. Tampoco Dani Moreno fue el de los mejores días, y Valverde bastante hizo con lograr el podium. Freire, por su parte, se ha quedado al final sin poder cumplir el sueño de batir el récord de tres victorias, lo que provocó que rompiera su habitual discreción y cargara contra sus compañeros, especialmente Valverde, porque, dijo, no le habían ayudado lo suficiente.
Creo que Oscar Freire no tiene razón en esta ocasión. Primero porque Gilbert era inalcanzable. La ventaja que sacó en el Cauberg fue determinante. Tal y como iba ni cinco hombres hubieran podido reducir la ventaja. Por tanto a lo máximo que podia aspirar Freire era a la plata, metal que casi logra Valverde. Segundo, no había motivos para tener fe ciega en el cántabro. No es el que era. Ni mucho menos. Ahí esta su palmarés para quien quiera discutir este tema. Hace 8 años que logró el último Oro, y lleva dos años sin ganar una carrera grande. Se le resisten todas las importatntes y en cada esprint siempre hay alguien que le arrebata la victoria. Además tampoco ganó el esprint del grupo. Por todo ello creo que Valverde hizo bien en intentar seguir a Gilbert, porque eso al menos les dio una medalla, logro que de haber esperado a Freire no estaba garantizada.
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