Ya que acabamos de estrenar año nuevo, me tomaré la libertad de hacer unas cuantas solicitudes a los diferentes protagonistas que forman este mundillo. A los ciclistas no les voy a reclamar esfuerzo y profesionalidad, eso lo doy por supuesto. Puestos a pedir, lo único que les reclamaré es que hagan lo indecible para alejarse de las siempre tentadoras garras del dopaje. 2012 finalizó con el mayor escándalo de dopaje en la historia del ciclismo que hizo caer a uno de los grandes mitos de este deporte. Con declaraciones de sus compañeros de equipo, testigos presenciales y practicantes del mismo sistema, Lance Armstrong fue convertido en el único culpable de todos los males que han azotado a este deporte durante demasiado tiempo, hecho que es una injusticia comparable solo con la caída del protagonista. La única forma de que el ciclismo se recupere pasa por no repetirse los errores del pasado, algo en lo que los corredores deben hacer lo que les corresponde.
En esa misión la UCI tiene mucho que hacer. Creo que de una vez por todas deberían dar carpetazo al pasado y reforzar el cambio emprendido. La transparencia en todos los asuntos de dopaje tiene que ser primordial y acelerar todos los procesos dudosos, también. No es de recibo que un corredor reciba su sanción años más tarde de haber cometido la infracción.
Otro de los temas a solucionar por parte de la federación es el sistema de puntos. Es una chapuza mayúscula. Los puntos pueden ser una buena idea, pero actualmente están absolutamente desproporcionados. Cómo es posible que un corredor que corra, o incluso gane, carreras de segunda o tercera categoría, reciba mayor compensación que un corredor del Protour sin grandes resultados. De momento ningún corredor ganador de los calendarios continentales ha demostrado siquiera estar capacitado para correr las carreras más exigentes. Han sido fichados única y exclusivamente por sus puntos, que no siempre son sinónimo de nivel deportivo.
Los equipos también tienen sus deberes. Necesitan una mejor organización colectiva para hacer valer sus derechos antes los poderosos organizadores y la UCI. Si siguen funcionando como el ejercito de Pancho Villa, jamás obtendrán lo que creo que por derecho les corresponde: parte de los derechos de televisión, medida que ayudaría mucho en la permanencia de los equipos de máximo nivel. Actualmente dependen exclusivamente de los sponsor lo cual les obliga a permanecer siempre en la cuerda floja.
Los organizadores tampoco están exentos de tareas para mejorar el ciclismo. Creo que deberían ceder parte de su poder absoluto. Tarde o temprano las reglas de juego deberán cambiar porque no puede ser que todo el dinero que generan los corredores se lo lleve un organizador que solo diseña un recorrido y se aprovecha, a cambio de muy poco, de la mano de obra que le ceden los equipos. El ejemplo más claro es el de Miguel Indurain. El corredor navarro fue durante los cinco Tours que ganó la imagen de Credit Lyonnais, empresa que siempre comparte maillot con el líder del Tour de Francia pese a poder ser la competencia directa del sponsor del corredor. Una incongruencia total. Algo así como que al equipo líder de la liga española de futbol le obliguen a llevar en las camisetas de los jugadores el nombre de una empresa que choca directamente con su sponsor. Eso tiene que cambiar como en su día cambió la obligatoriedad de llevar los coches que cedía la organización a cambio de nada.
A los medios de comunicación les solicitaría una apuesta más firme para-con el ciclismo, sobre todo más tiempo de televisión, principal soporte publicitario de los equipos. Y al igual que los ciclistas deben alejarse del dopaje, los medios de comunicación deberían hacer lo mismo del amarillismo en el que caen cuando surge una noticia de ese tipo. Recrearse en los problemas del pasado no sirve para nada, menos cuando incluso la UCI ha reconocido los errores cometidos y haber iniciado un nuevo camino.
Y a los aficionados les pediré que destierren todos los prejuicios del pasado y que crean fielmente en lo que están viendo, el ciclismo más limpio y honesto que jamás han vivido. No lo duden.
En cuanto al dopaje la solución pasa por sanciones de por vida, por lo menos para los positivos por Epo, transfusiones y demás dopaje del duro. Se evitarían un millón de discusiones. Nos evitaríamos casos como el de Scarponni o lo dantesco que resulta ver a Astarloza en un equipo financiado con mis impuestos.
¿Qué el ciclismo ha cambiado? Lo dudo. Siguen prácticamente los mismos de siempre. El del 2006 iba a ser el Tour más limpio de la historia, y el del 2007, 2008, 2009… también. Muchos corredores todavía van diciendo que Armstrong nunca ha dado positivo y que merece todo el respeto… en fin.
En cuanto al rollo de la televisión, para mí lo mejor sería que la UCI se hiciese cargo de las retransmisiones al estilo de la F1. Se mejoraría la calidad de las retransmisiones (muy pobre en carreras como PV…), se reducirían muchísimo altísimos costes de realización y se podrían vender paquetes de carreras y no malvender como pasa ahora. Lo que pasa es que la ASO está metido en todo y se todo complica, por eso veo chungo que los equipos puedan rascar algo.
El problema de financiación no va por ahí. El problema es que sólo quedan patrocinadores locales incapaces de aprovechar el tirón internacional que supone el ciclismo. Las multinacionales no quieren saber nada de esto. También es lógico, casi todos los equipos tienen “muertos” a sus espaldas.
Xabier, la UCI no tiene ninguna credibilidad. ¿Alguno recuerda lo que se decia cuando el “caso Festina?¿Alguno recuerda a Rijs “salvando” aquel Tour? Tambien entonces se decía que aquello iba a ser el comienzo de un nuevo ciclismo más limpio… cuando el caso Armstrong no habia surgido. Tambien ahora dicen lo mismo. No, Xabier, no. Con los mimbres de la UCI solo es posible construir un cesto para fruta podrida. Con los Mac Quaid y compañia es imposible construir un ciclismo nuevp.