Aunque el mundo cambie por completo habrá cosas que no lo harán jamás. Siempre habrá personas capaces de provocar guerras, asesinar, practicar la esclavitud, abusar de menores y demás delitos que se ven en la sociedad actual cada vez que se destapa el manto de hipocresía que impera en el mundo. Si hay personas dispuestas a cometer tales atrocidades, nunca faltarán ciclistas dispuestos a doparse. Mauro Santambrogio, positivo por EPO en el Giro de Italia, es uno de ellos.
Santambrogio ha sido un corredor que no había hecho grandes cosas hasta este año. Ganar es algo que solo está al alcance de los mejores y él lo había hecho en los Tres Valles Varesinos en 2009, pero su palmarés se redujo a eso mientras permaneció, digamos, en equipos de primera división: el Lampre (2006-2009) y BMC (2010-2012). De repente, ya en el Vini Fantini, comienza la temporada en Argentina, en la Vuelta a San Luis, y se le ve con los mejores, con Alberto Contador y compañía. Finalizó segundo en una etapa, quinto en otra y sexto en la general. Todo eso en Enero y en Febrero logra ser tercero en Laigueglia.
Participa en la Tirreno y se clasifica en segunda posición en Prati di Tivo por detrás de Froome y por delante de Nibali, Contador, Uran etc. En Chieti también estuvo con los mejores, y muy cerquita de ellos en Porto San Elpidio (4º por detrás del trío que se escapó: Sagan, Nibali, J. Rodríguez). Y pese a ser un pésimo contrarelojista finaliza séptimo la carrera. Eran resultados que no pasaron desapercibidos pero que bien podrían responder a un pasito más en su progresión ya que el año pasado también obtuvo puestos meritorios como 4º en Lombardía, 6º en la Clásica San Sebastián, Piamonte y G.P. Lugano y 8º en la etapa que finalizó en Jaca en la Vuelta a España.
En abril, poco antes del Giro, solo es superado por Vincenzo Nibali en el Giro de Trentino, carrera en la que anduvo como nunca en su vida. En una etapa con final en alto se impuso incluso al propio Nibali. Culminó el mes ganando el G.P. Industria e Artigianato de Larciano. Ahí es nada. Me pareció excesivo, pero no dije nada porque la sola sospecha de algo no es suficiente para hacer cualquier tipo de comentario público. Sería injusto hacerlo sin pasar por el filtro de las pruebas, y no tenía ninguna. Además si no lo había hecho con otros corredores de los que también sospecho cosas, no veía motivos para hacerlo con él.
Llegó el Giro y estuvo peleando por el podium hasta la última semana. Ganó además una etapa, regalo de Nibali. Al final fue noveno. Como veis Santambrogio se ha pasado cinco meses disputando carreras, y eso no me cuadra, no en un corredor de su nivel, que para poder ganar necesita imperiosamente estar al cien por cien y en el pico de forma nadie es capaz de aguantar más de un mes. Otra cosa es que corredores de un nivel superior o los grandes campeones puedan ganar carreras sin estar a tope, pero Santambrogio no pertenece a ese selecto club. Por tanto podría haber gato encerrado en su rendimiento. Pero faltaban pruebas. Por tanto, silencio. Y es lo que hice cuando ganó la etapa del Giro en Jafferau. La verdad me lo puso fácil, no hubo imágenes que comentar por la tremenda tormenta de agua y nieve. Reconozco que en otra época se me habría llenado la boca argumentando que quizás con 28 años había llegado a su madurez física y de experiencia, y que tras haberse librado del yugo de los grandes equipos, la libertad de un equipo menor le permitió dar un arreón a su carrera. Esta vez me callé. No dije más que lo evidente sobre su victoria. Hubo incluso algún seguidor que por Twitter me provocó con él y con Betancur, pero no caí en la tentación. Defendí al colombiano, no así al italiano. No lo podía acusar de nada, pero no me atreví a defenderlo. No creía en él.
Cuando se supo el positivo de Di Luca argumenté con pena que los equipos de segunda o Continentales Profesionales quizás no deberían poder participar en la carreras del World Tour por no ser tan metódicos y escrupulosos en la lucha contra del dopaje como son los de la élite. Tras este caso me reafirmo. Todos tienen que cumplir el mismo reglamento, todos están sujetos a las mismas normas y todos pueden ser analizados en la misma proporción, pero no lo son. No destinan el mismo esfuerzo ni dinero contra el dopaje, no cuentan con los mismos medios. Tampoco la UCI les realiza el mismo seguimiento que a los de arriba, por tanto el riesgo de hacer trampa se incrementa y el de dar positivo también.
Hay ejemplos muy claros. El Sky, por poner un ejemplo, ha rechazado contratos de corredores por poner en duda su pasaporte biológico. El Blanco, incluso se ha atrevido a impedir el derecho a trabajar de uno de sus corredores (Luis Léon Sánchez) sin que existiera tan siquiera un apercibimiento por parte de la UCI. Hay corredores que en equipos de segunda vuelan y se arrastran en los del World Tour. Hay equipos en los que me consta que no están utilizando ni tan siquiera recuperadores por vía intravenosa, y otros en los que el equipo ha ofrecido ese tipo de ayuda y algún corredor se ha negando con rotundidad. Creo sinceramente que el esfuerzo que realizan todos, o casi todos, los equipos del World Tour contra el doping está siendo riguroso, profesional, y, sobre todo muchísimo mayor que en el pasado. No se puede decir lo mismo de los equipos de segunda división, sobre todo por los italianos, especializados en recoger a todos los veteranos de dudosa actuación y hacer volar a jóvenes que los grandes equipos no han visto valor alguno.
Por tanto, mientras todos los equipos no mantengan el mismo nivel de rigor para atajar un problema tan trascendente como el dopaje, no se les debe permitir correr en las pruebas más importantes, porque en caso de positivo el daño es irreparable. Nada garantiza que no vaya a haber positivos en los equipos World Tour, de hecho los ha habido, pero el peligro es mayor cuanto menor es la persecución. Lo siento mucho por los amigos y conocidos que permanecen en esa división, seguramente sea injusto, pero el ciclismo necesita ejercer con firmeza la filosofía de la tolerancia cero. El gran público no sabe si quien ha dado positivo es Campeón del Mundo o un don nadie. La cuestión es que, de nuevo, sale un caso por positivo del pelotón profesional y pese a todos los esfuerzos y los cambios que se están produciendo, el ciclismo sigue, para la mayoría de la gente, enfangado en el mismo problema de siempre.
Hola Xabier!
Me gustaría escribir en euskera, ya que te imagino raro hablando y escribiendo en otro idioma, y a mí mismo también, pero me ciño al idioma del blog.
Primero felicitaros por las retransmisiones que hacéis en etb, me encantan. A lo mejor es porque llevo viéndoos muchos años (en mi juventud, desde bastante pequeño), pero no se me hace igual ver ciclismo en otras cadenas. Zorionak por vuestro trabajo!
En cuanto a todo lo que comentas sobre el doping: Muchas veces has expuesto tu punto de vista, y, a pesar de que entiendo tu postura, hay cosas en las que difiero. Como veo que esto se me alarga, voy a exponerlas por medio de unas preguntas: ¿Poiendo en cuestión el rendimiento de Santambrogio, argumentado que su trayectoria anterior no se correspone con su rendimiento actual, no crees que se puede utilizar el mismo argumento contra otros corredores con saltos también bastante repentinos de nivel en sus carreras como Froome, Wiggins (ex-pistard subiendo a un nivel estratosférico el Angliru por ejemplo), varios kazajos, gregarios de de la noche a la mañana suben más que capos contrarios (Knees, Vandevelde etc) y con además pasado en equipos de dudosa reputación anterior? ¿Cuando dices que no habría que dejar competir a equipos como el Vini Fantini arguyendo que no es Wold Tour y no puede controlar tanto a sus corredores, cómo puede el AG2R, un equipo WT y del Movimiento por un ciclismo limpio, tener otros dos corredores que luego hayan dado positivo?
Tengo bastantes otras preguntas que hacer, pero creo que mi opinión se puede entender en estas dos, y no me queiro alargar demasiado. Todo ello visto desde el respeto a las opiniones ajenas y a tí miusmo, que me parece que sabes mucho de ciclismo, bastante mas que y desde luego. Eskerrikasko!
Muchas gracias por tu comentario Jokin. Evidentemente este tema da para largo. Estoy de acuerdo en tus apreciaciones y yo también tengo muchas dudas sobre muchos corredores, pero entre algunos de los que citas y Santambrogio hay una diferencia básica. En el caso de Wiggins y Vandevelde, por ejemplo, han sido muy buenos desde muy jóvenes, pero que muy buenos. Wiggins en otra disciplina pero las condiciones que hacen falta para ser un gran persecucionista no difieren mucho de un corredor de fondo y si no se es muy pesado, se puede rendir a un gran gran nivel. Evidentemente exige una transformación que no todo el mundo está dispuesto ni puede. Hubo otros casos también en el pasado, Abraham Olano, Berzin, Boardman etc….
Vandevelde ya era extraordinario de amateur, pero por razones que se me escapan, no ha tenido regularidad. Reconozco que el siguiente argumento es más cuestión de fe, pero el hecho de que se hayan mostrado tan tajantes en contra del doping, ellos y los que hablan por ellos, les otorga, en mi opinión, cierta credibilidad que no todos pueden presumir.
Desconozco la trayectoria de otros corredores a los que haces alusión, y evidentemente, puedo estar equivocado en mis apreciaciones y comentarios.
El rendimiento de los corredores y su progresión es un tema muy complicado de analizarlo objetivamente, depende de muchos muchos factores, algunos físicos (más fáciles de objetivizar) y otros psicológicos, de los que conocemos bastante menos. Por tanto, cualquier tipo de comentario que hagamos al respecto, debe ser tan humilde como para pensar que podemos estar equivocados. Yo, el primero.