Chris Froome parece un muñeco hecho con piezas diferentes. Cada extremidad aparenta tener una longitud y ángulo distinto, además de funcionar de forma independiente. Los codos se abren hacia fuera de forma extraña, al igual que las piernas que, aunque finas y largas, parecen encogidas sin juego en las rodillas y los tobillos. Incluso la cabeza, ladeada hacia un lado y con continuos vaivenes, parece funcionar sin coordinación con su cuerpo. Tiene un estilo nefasto y ninguno de sus movimientos parece controlado. Estoy seguro que los responsable del Sky no han intentado siquiera hacer prueba alguna en el túnel del viento porque nada más comenzar a pedalear los sensores saltarían por los aires ante tanto movimiento descontrolado. Pero tiene el motor más grande y mejor preparado del pelotón, que es lo que cuenta en el ciclismo. Por estilo no gana nadie, y él seguramente ganará el Tour de Francia.
Me temo que la primera etapa de montaña ha mostrado de forma muy explícita la situación de cada uno. Tanto que para mi sólo quedar por disputar la tercera plaza. Tengo amigos que de forma cariñosa me critican ser demasiado razonable en mis comentarios, no dejar ningún resquicio a los imprevistos. Pero es que las caídas, averías o demás infortunios no se pueden preveer de forma razonable, y en todo lo demás que tiene que ver con el resultado Froome y Porte han demostrado estar por encima de todos. Además son con diferencia los mejores contrarrelojistas entre los favoritos, por tanto, ¿que esperanza les queda al resto de corredores tratándose de dos hombres tan seguros, que ya han sido primero y segundo en el Criterium Internacional y en la Dauphiné? La fe, algo irrazonable.
Froome es el más fuerte con años luz de ventaja. Se ha visto tan sobrado que su ataque ha llegado con una prontitud inusual, a cinco kilómetros de meta lo que ha provocado unas diferencias de otra época. Seguramente ha sido la primera vez que se ha exprimido a tope porque ha esperado hasta pisar la línea de meta para celebrar la victoria. Su superioridad incluso le ha permitido a Porte disputar el segundo puesto, algo que por lo que luchará hasta París. El equipo no ha estado al nivel de otras carreras, ni al del pasado Tour ni al de la mayoría de las carreras de este año, pero tampoco ha hecho falta ni la hará. Con el golpe de mano de Froome, entre él y Porte podrán controlar lo poco que les vendrá de los adversarios.
Por palmarés y por lo que representa uno de los mayores perdedores de la jornada ha sido Alberto Contador. La primera etapa de los Pirineos no ha hecho más que acrecentar los problemas que viene padeciendo durante toda la temporada y no han querido ver y reconocer en su equipo. Contador siempre ha sido un corredor que subía con mucha cadencia, signo inequívoco de ir fuerte, y rompía cuando le venía en gana. Ahora, al igual que el resto de los mortales, baja las coronas cuando le sacan de punto pero no lo puede mover con la ligereza habitual. Y cuando ha intentado romper no lo ha conseguido. Además ha sido muy significativo ver a Kreuziger, compañero muy inferior a él en montaña, esperándole cada vez que avivaba el ritmo. Es muy mala señal. Y por si fuera poco actualmente Contador no ofrece muchas garantías en la cronos.
Lo interesante sería saber las razones exactas de la disminución de su rendimiento, pero me temo que no las conocen ni ellos y si las han descubierto ya es tarde para ganar su cuarto Tour de Francia.
Cuarto Tour? Consideras q el tercero le pertenece?
Tienes razón, oficialmente tiene dos.
Las razones?
Todos conocen las razones por las que andaron en 2009 desarrollando potencias de 7,16 w/kg (Verbier) y ahora no son capaces de llegar 6 w/kg.
¿Tu crees que con todos los estudios y trabajos que tienen detrás de cada corredor profesional no saben la respuesta?
Un corredor que en 2009 con 26 años da sus mejores presataciones y ahora con 30 es incapaz de acercarse a lo que fue debería replantearse todo.