Hay corredores, como Chris Horner, el vencedor de la etapa en el Mirador de Lobeira, que incluso a partir de los 40 años rinden a gran nivel. No es lo habitual aunque se pueden encontrar más ejemplos como Jens Voigt otro de los pocos ciclistas que con 41 años siguen pudiendo además de realizar los trabajos que les encomiendan, ganar alguna que otra carrera.
Las razones de esa extraordinaria longevidad son varias y diferentes. Creo que en el caso de Horner se trata de un corredor tardío que incluso en sus primeros años en el pelotón no estuvo sujeto a la exigente disciplina de un ciclista profesional y así evitó someterse a grandes cargas de trabajo, algo que en mi opinión le ha permitido destacar a una edad muy tardía, solo una vez que ha comenzado a exprimir las cualidades que posee. Considero que en el caso del estadounidense su edad verdadera no coincide con su edad ciclista, que es mucho más joven.
Exceptuando esos casos llamativos, lo más normal es que al poco de haber superado los 30 comience una decadencia lógica que no todo el mundo acierta a interpretar y aceptar. En todas las temporadas existe un punto de inflexión que indica el camino de la retirada a más de un corredor. Ya dije al finalizar el Tour de Francia que la carrera francesa confirmó que Cadel Evans y Andreas Kloden, entre otros, ya no están para optar a los objetivos y logros que se han planteado hasta ahora, y pese a que pueden rendir a un buen nivel deben replantearse su futuro porque no estarán para igualar hazañas del pasado.
La Vuelta a España ha dejado, a las primeras de cambio, otra víctima para ese grupo. Se trata de Samuel Sánchez, corredor que ya ha perdido toda las opciones de victoria, objetivo que se había planteado antes de la carrera. Samuel Sánchez ha sido un grandísimo corredor y todo un ejemplo de profesionalidad. Casi nunca ha fallado en los objetivos planteados, ha sido un corredor que casi siempre daba en la diana. No ha logrado muchas victorias, pero sí muy importantes: una etapa en el Tour de Francia, el Oro Olímpico en Pekín, 5 etapas den la Vuelta a España más dos podiums y la Vuelta al País Vasco, entre otras. Ha sido un auténtico líder en su equipo y el corredor que se echaba el equipo a la espalda cuando las cosas pintaban mal. Pocos equipos dependen tanto de un corredor y casi nadie ha salvado los papeles como él. Pero creo que el haber soportado durante tanto tiempo esa carga y presión, el haber disputado durante tantos años grandes vueltas y otras carreras ha comenzado a pasarle factura al asturiano que este año no está rindiendo a su nivel.
El año 2010 logró 5 victorias y cuatro en las dos últimas. Este año sólo lleva una, la etapa en la Dauphiné. Es significativo. En el Giro de Italia, su primera gran cita de la temporada al que acudió con el doble objetivo de lograr el podium y una etapa, se saldó de forma bastante discreta. Fue 12º en la General y 2º en una etapa. Todo el mundo aceptó que no estuvo a su altura. La Vuelta, carrera que ha preparado con mimo, le ofrece la posibilidad de revalida, pero parece que tampoco podrá alcanzar sus metas. Ya es la segunda ocasión en la que el cuerpo no le responde como debe y creo que la única razón que existe para ello es que ya está gastado. Sin duda que podrá seguir a un gran nivel e incluso en esta Vuelta podrá luchar por logros inalcanzables para la mayoría, pero pese al riesgo de no acertar en el pronóstico, opino que no podrá esquivar la losa que cae todos los años sobre algunos corredores.
Puede ser cierto lo que dices. También inoportuno. Se puede esperar a que termini la Vuelta. Más inoportuno con la situación que tienen los trabajadores de Euskaltel, corredores, mecánicos.etc.. No es Samuel que peor lo tiene probablemente, pero haber esperado al final de la Vuelta hubiese sido más elegante.
Un saludo