Como era de esperar Tadej Pogacar atacó en el Poggio, y como era de prever no pudo irse por la falta de dificultad del puerto y por la estrecha vigilancia al que fue sometido por otros favoritos, especialmente Wout Van Aert, que respondió a dos de los cuatro ataques que ofreció el bravo esloveno. A los otros dos, seguidos por cierto, respondió antes que nadie Alex Aranburu. Ese hecho ya es motivo suficiente para alabar las cualidades clasicómanas de un corredor que aún no ha explotado del todo, pero que tiene unas condiciones innegables para ello. El ciclista guipuzcoano se manejó como pez en el agua ante tiburones de la talla de los dos mencionados, Mathieu Van der Poel, Michal Kwiatkowiski, Primoz Roglic, Mads Pedersen y pocos más, corredores consagrados todos ellos. Aranburu se movió sin complejos entre el grupo más selecto del momento.
Está claro, por tanto, que cualidades físicas no le faltan al ciclista del Movistar, pero sí tiene algunas carencias, cosa normal, por otra parte, cuando no se cuenta ni con la cultura, la tradición ni la educación que sus adversarios han adquirido desde la infancia. Le falta, digamos algo de experiencia y confianza, en mi opinión.
Reconoció el propio ciclista, que en el alto del Poggio se retrasó un poco. Pensaría seguramente que lo más difícil ya estaba hecho y se relajó un poco queriendo hinchar los pulmones para el esprint final. No es una mala decisión en cualquier carrera, pero no en la San Remo, repleta de sorpresas en cualquiera de las curvas que conducen a la ansiada meta. También le faltó algo de suerte, porque se quedó cortado tras la caída de Nizzolo poco antes de llegar al llano. En definitiva, su 13º puesto, que no es malo, no hizo justicia al nivel que mostró en el Poggio el ciclista guipuzcoano. No olvidemos, tampoco, que el año pasado en la durísima e impresionante Tirreno-Adriático ya fue quinto tras Alaphilippe, Van der Poel, Van Aert y Pogacar, ciclistas con los que se encontrará en las futuras clásicas de primavera. Démosle ese voto de confianza que le hace falta para superar esa barrera psicológica que, tengo la sensación, le impide actuar con más soltura y acierto en algunos momentos decisivos.
Responsable: Biolaster, S.L, finalidad: Dar respuesta a las solicitudes de información, legitimación: consentimiento del interesado, destinatarios: no se comunicarán datos a terceros, derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional. Política de Privacidad.