La Vuelta de los extremos

Vacío de contenido en su mayor parte, La Vuelta a España ha rodado hasta ahora de un extremo a otro. Por una parte, apenas ha habido ganas para las escapadas, hecho que ha facilitado que los hombres del Andalucía hayan cumplido su labor de animadores con sobresaliente. Pero por otro lado, tanto en los kilómetros finales de Jaén y Toledo, así como en el resto de esprints y la contrarreloj, el espectáculo ha sido de lujo, con ganadores de prestigio, la única razón por la que la Vuelta puede sacar pecho. Valverde, Boonen, Bennati, Leipheimer y Bettini han ofrecido un repertorio brillante pero que, en vista de las audiencias y la gente que se ha visto en las salidas y llegadas, la gente no ha sabido apreciar. Si con los ganadores del Giro de Italia, el Tour de Francia, y otras muchas estrellas, la Vuelta a España no consigue enganchar a los pocos aficionados que parecen quedar, el ciclismo pinta muy mal en España por mucho que ASO, empresa organizadora del Tour Francia, haya adquirido el 49% de la Vuelta a España.

Se espera que el fin de semana las cosas vayan a cambiar sustancialmente, objetivo que ha perseguido la organización colocando todas las etapas de montaña, que son muchas, los días festivos. La Vuelta va a empezar a decidirse en Andorra, en la primera llegada en alto. Junto con la etapa del Anglirú, el Puerto de La Rabassa debe ofrecernos las primeras pistas fiables del futuro ganador, que no dudo será Alberto Contador. Con Sylvain Chavanel de líder, el ciclista madrileño tendrá vía libre para atacar, cosa que no ocurría después de la crono. Aunque sólo fuera por estética, Contador no se hubiera atrevido a atacar a su compañero Leipheimer, y en ese caso tendría que aprovechar los intentos de otros escaladores para irse hacía la victoria. Chavanel le ha solucionado ese problema, y ahora nada detendrá al ganador del Tour y el Giro a dar el primer zarpazo para imponerse, también, en la Vuelta.