Gerald Ciolek pasó al campo profesional con aureola de gran Campeón. Había sido Campeón de Alemania Elite con tan sólo 18 años, y al año siguiente se proclamó Campeón del Mundo Sub-23 en Salzburgo, Austria. Alemania ya tenía al sustituto de Erik Zabel, o eso creían. Pero las cosas no siempre son como parecen, o como uno quiere que sean.
En su primer año como profesional en un equipo Pro Tour, en 2007, confirmó punto por punto todo lo que se esperaba de él. Ganó carreras al esprint, y ofreció un nivel más que aceptable en las clásicas. Parecía tener el futuro asegurado. En 2008, aparecieron algunos síntomas de debilidad. Logró cuatro victorias, y vio con el handicap de tener que hacer de lanzador para su compañero de equipo Mark Cavendish, mucho más rápido que él. Entendió que eso suponía un freno importante en su carrera y cambió de aires. Fichó por el Milram en donde sería el capo de los esprint. El año no comenzó mal, ganó el Trofeo Calviá en la Challenge de Mallorca, pero por el momento es su única victoria de la temporada. Y por lo visto en las últimas carreras que ha disputado está bastante lejos de poder repetir. Es que, como bien es sabido lo difícil, aunque también, no es llegar, sino mantenerse en la élite.
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