En no pocas ocasiones los ciclistas declaran haber trabajado para su líder lo que límite de forma importante sus propias opciones. No seré yo quien niegue tal evidencia porque es cierto que de haber trabajado antes de los momentos decisivos es prácticamente imposible tener fuerzas en los momentos claves. Pero tampoco es menos cierto que muchas veces esa y otro tipo de declaraciones se utilizan para justificar la propia incapacidad o para esconder la realidad.
Joaquín Rodríguez ha demostrado que él se encontraba en el primer grupo, entre aquellos ciclistas que debían allanar el camino para otros corredores, no siempre más dotados que él. Cuantas veces ha tenido que trabajar para hacer la criba que necesitaba Alejandro Valverde para ganar después, cosa que ocurría en muchas ocasiones, por tanto nadie podía discutir nada. Pero Joaquín Rodríguez sabía que si en esos momentos en los que se ponía en cabeza para descolgar a no pocos rivales, guardaba fuerzas para el final, quizá él podría ser el ganador.
No ha tardado mucho tiempo en demostrarlo. Dejó el Caisse D’Epargne por el Katusha, equipo que le ofrecía el liderazgo en determinadas carreras y no está defraudando. Ha ganado recientemente la Volta a Cataluña y hoy el G.P. Miguel Indurain precisamente por delante de Alejandro Valverde, líder para el que de haber estado en su equipo hubiera tenido que trabajar.
Quizá ahora esté pensando que tardó en exceso en tomar la decisión de cambiar de equipo y mentalidad, pero nunca es tarde. En la Vuelta al País Vasco, tendrá otra oportunidad.
“Página del G.P. Miguel Indurain”:http://www.clubciclistaestella.com/
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