Tony Martin ha ganado la Paris-Niza y con ella la esperanza de recuperar el prestigio perdido para Alemania. De la misma forma que el Affaire Festina golpeó, sobre todo, el ciclismo francés, la Operación Puerto (y parece mentira que ocurriera en España) deshizo el ciclismo alemán. Provocó el hundimiento de Jan Ullrich, la gran estrella alemana que arrastró a las masas a las cunetas. Desapareció el Telekom, el equipo que representaba el ciclismo teutón, y las televisiones públicas acaban de adelantar que en 2012, una vez que finalice el contrato que tienen firmado, no retransmitirán el Tour de Francia. Gran parte del público también ha retirado su apoyo.
Es cierto que Andreas Kloden se mantiene tan regular como siempre, y que hay otros buenos corredores, pero no es suficiente para volver a los niveles de popularidad de la primera década del 2000. Es probable que Tony Martin sea una solución.
Martin se parece, y mucho a Jan Ullrich. Es un gran especialista contra el crono, el mejor después de Fabián Cancellara. El Tour de Francia del año pasado lo demuestra. Fue segundo en las dos cronos. Y no sube mal, aunque debe progresar para estar al nivel de Contador y Andy Schleck. Ese será su principal handicap. Es muy musculoso y pesa mucho lo cual es un problema en puertos largos y duros. Pero puede mejorar. Sería una gran noticia para el ciclismo.
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