A tenor de los últimos acontecimientos el Tour de Francia puede ser un juego de niños para Chris Froome. Puede tener el mismo grado de dificultad (o ausencia de ella) que las victorias logradas en Oman, Criterium Internacional, Vuelta a Romandia, o en la reciente en el Criterium de la Dauphiné. O sea, nula. Su superioridad tiene el mismo grado que el que lograron los grandes campeones como Alberto Contador, Lance Armstrong, Miguel Indurain, Bernard Hinault o Eddy Merckx. Si él logra estar en plena forma, y todo indica que lo estará, no hay nada que hacer, la diferencia es sideral.
En la Dauphiné ninguno de sus adversarios ha podido acercarse tan siquiera a su larga estela. Alberto Contador, por las razones que sean, no es el que era. El madrileño ha sacado conclusiones positivas. “He tenido sensaciones muy buenas” ha dicho. Quizás se sienta obligado a mantener la moral de sus miles de seguidores pero creo que está equivocado. Para mi su rendimiento no ha sido bueno, no al que nos tenía acostumbrados, y es algo que se está repitiendo en esta temporada, sobre todo en las cronos, especialidad que antes dominaba a la altura de los mejores. En subida se le nota menos por la descomunal clase que tiene.
Creo que casi hubiera sido mejor haberle escuchado que no había tenido la pedalada que acostumbraba o la envidiable frescura que lucía en el pasado. Esto que muchos entenderán como una crítica, bien analizado puede ser un halago. Cuando un corredor ha tenido muy buenas sensaciones en su esfuerzo, que es sinónimo de disfrutar en el umbral del sufrimiento, pero no logra ganar, es que no está capacitado para ello. Es lo que le ocurre a la gran mayoría. En cambio, si pese a tener malas sensaciones, cosa que ocurre cuando uno no está en forma, uno disputa carreras, es que es muy bueno y puede ganarlas. No pongo en duda la capacidad de Contador, pero su nivel ha decrecido, así lo indican todos los resultados desde su regreso, y por tanto eso de tener muy buenas sensaciones y ceder casi tres minutos en una crono de 32 kilómetros, o no romper en las subidas, no es buena señal.
Pese a todo Froome lo ha citado como el rival más peligroso, del resto apenas parece preocuparse. De Wiggins no lo tiene que hacer porque o bien la lesión o bien Dave Brailsford (Manager principal del Sky) lo han dejado en casa. De Andy Schleck, no se sabe nada. Evans, con 36 años y el peso de un montón de vueltas a sus espaldas, ya está desgastado. Valverde y Joaquín Rodríguez, son candidatos a etapas y al podium, que es mucho, pero no a la victoria. Tampoco lo son todavía los Van Garderen o Dan Martin. Ninguno es mejor que Froome en montaña y contra el crono los arrasa.
Los que me quieran llevar la contraria tienes dos argumentos: las estadísticas, y las situaciones incontrolables, esas que tanto odian en el Sky. Los datos dicen que en los 65 años de historia de la Dauphiné tan sólo en once ocasiones el ganador fue capaz de imponerse en el Tour de Francia. Es un dato, pero hay que interpretarlo. No es lo mismo ganar la Dauphiné teniendo que estar al ciento por ciento y exprimirse al máximo, que hacerlo como lo ha hecho Froome, con dos gotas de sudor. Corredores como Brajkovic, Valverde, Moreau, Leipheimer, Landaluce, Mayo, Hamilton, Vinokourov etc…se impusieron en la ronda alpina pero el rendimiento de todos ellos bajó de forma ostensible en el Tour de Francia. Nadie pudo aguantar más de un mes en plena forma. Aquellos que lograron la victoria en ambas carreras, Wiggins, Armstrong, Indurain, Hinault, Ocaña, Merckx etc..lo hicieron sin la necesidad de estar en plena forma en la Dauphiné. Es la única conclusión a la que se puede llegar con la ciencia en la mano.
Por tanto, viendo como se ha paseado Froome en la Dauphiné, no creo que ese hecho le vaya a perjudicar en el Tour de Francia porque nadie ha sido capaz de sacarlo de su ritmo, ha sufrido lo que ha querido. Como en los entrenamientos.
El otro argumento si tiene más peso, porque es incontrolable. En el Sky lo miden y analizan todo, hasta el detalle a priori más insignificante, y así lo tienen que hacer todos aquellos que quieran rendir al máximo. Habrán, incluso, preparado a conciencia a Froome para aguantar las obligaciones y presión que supone el maillot amarillo, los periodistas, las críticas, los miedos y todo eso, pero no pueden controlar las averías, las caídas o el tiempo que ya jugó una mala pasada al propio Froome en la Tirreno-Adriático haciéndole perder el liderato. Es, creo, la única esperanza que les queda a los optimistas.
Optimismo o no, se puede mirar también desde otro prisma: Es cierto que Contador no ha andado como solía desde su vuelta. Otros años a estas alturas ya tenía varias victorias en el zurrón, logradas con la facilidad que acostumbraba. Su bajo nivel en la contrarreloj de Dauphine es nuevo también, pero puede tomarse como un bajón por mal día, dado que, salvo en aquella contrarreloj en la que batió a Cancellara en el Tour, su nivel en las cronos previas a la de Dauphine no fué tan bajo. En la vuelta mismo batió a Froome. Puede aducirse que Froome estaba pasado de forma, pero también que Contador estaba corto de forma. Es decir, no puede decirse que haya bajado simplemente por la sanción, puesto que sí que después de la sanción le hemos visto cronear como solía alguna vez.
Lo que es innegable es que a día de hoy Froome anda mejor que Caontador cuesta arriba. Pero a esto también puede aducírsele que Contador, en los Tours donde arrasó, nunca hizo Dauphine impresionantes: 3º derrotado por Valverde y Evans, a los que luego pasaría por encima en el Tour, 6ª vencido por Moreau, Zabriskie… Aunque en ninguna de ellas se adivinaba nadie tan fuerte como ahora de contrario.
En mi opinión, las diferencia sustanciales respecto al año pàsado son dos: El equipo del Sky, el año pasado, a pesar de que hubiera ataques de otros favoritos, siempre mantuvo muchos corredores delante como Froome, Porte, Rogers, Sioutsou, Knees… Es decir, que ni el más fuerte de los corredores que no fuera del Sky no podía eliminar a por lo menos 2 o 3 de los gregarios. Este año, a priori, solo se adivina a Porte a ese nivel subiendo, quizás a Urán, si va, y en algunos momentos puntuales David López. Desde luego, sería una sorpresa que Porte anduviera más que varios posibles animadores de la general que se me ocurren cuesta arriba.
La otra diferencia que se me ocurre es Contador. Contador es posiblemente, junto con Cancellara, el único correodr a los que les da igual ser 3º que 4º, solo les vale ganar. No son conservadores. E incluso su gusto por dar espectáculo, de no ganar a pesetazos a 3 km de meta. Eso, en mi opinión, es lo que le hace mas peligroso, y ya ha demostrado su querencia a “imolarse” atacando varias veces muy lejos de meta: Collado de la Hoz, el Tour 2011, en el Tour de Rasmussen, con Andy eliminando a Menchov… Con ataques a mas de 40 de meta, los poteciómetros poco tienen que hacer. Ya se demostró con Arstrong, que solo cedió con Ullrich en el Joux Plane en un día de locos con Pantani atacando de salida. Y en este Touyr hay por lo menos dos etapas propicias para poder hacerlo: La de Hourquette de Ancizan, y la que sube Madeleine y Glandon al principio. También se puede añadir alguna de media montaña.
Mikel “lo averiguare cueste lo que cueste” Astarloza en bisitaria de Euzkitze. Que verguenza. Aber si tiene arraultzas de hablar de la camara hipoxica. Usabiaga, una minima critica a etb no estaria de sobra. Etb dara mucho ciclismo, pero, parece que ser un dopado es un plus para salir en etb, ya sea david seco, astarloza beloki mayo vila atr o 1ai. En el ciclismo el pasado=presente continuo. Una pena que con nuestros impustos se le pague el sueldo a IGdG, Astarloza… y encima en lugar de caerles la cara de verguenza se les da palmaditas en la espalda. Aunque para nada sea responsabilida tuya, como analista de ciclismo que eres, te pido una reflexion al respecto. Eres la cara del ciclismo de la tv publica vasca.
Xabier, no se por qué te sorprende el bajo rendimiento en las cronos de Contador. Los tiempos que marca ahora son mas normales para su físico. Lo que no era normal era lo del Tour del 2009, que Contador le ganara a Cancellara en una crono. Desde que ha dejado de comer filetes su rendimiento ha bajado mucho, y contra el crono más.