Habréis leído o escuchado que Tom Boonen ha dado positivo con cocaína en un control fuera de competición el pasado 25 de mayo, tres días antes del comienzo de la Vuelta a Bélgica en la que ganó una etapa, la última. No es cierto, no se trata de un positivo. Los medios de comunicación han vuelto incurrir en un error ya habitual. Si la AMA no tiene prohibido el uso de la cocaína fuera de competición difícilmente puede dar positivo de algo que no está prohibido. A lo sumo se podrá decir que se han encontrado rastros de cocaína en su orina. Pero el mal está hecho, y por mucho que nos esforcemos en coger este asunto con papel de fumar, la sociedad recibirá esta noticia como un nuevo positivo en el ciclismo. Y eso es algo que este deporte no se puede permitir en la actualidad.
Siendo esto cierto, no quiero desviar la atención de lo que realmente considero grave, que no es más que el hecho que nos acontece. No entiendo que un corredor de la talla de Tom Boonen, uno de los corredores con más renombre a nivel mundial, haya dado motivos para este desagradable suceso.
Tom Boonen fue noticia en diciembre del año pasado acusado de suministrar cocaína a Tom Vannopen, Subcampeón del Mundo de ciclo-cross en 2002 y compañero de entrenamientos del campeón belga. Afortunadamente para él no se pudo demostrar tal acusación. La semana pasada supimos que le fue retirado (por segunda vez) el permiso de circulación por exceder tanto la velocidad permitida así como la tasa de alcohol.
Soy un acérrimo defensor de los derechos de los corredores, pero parece que algunos de ellos no se han dado cuenta que el escenario, la normativa y las consecuencias, sobre todo negativas, de sus actuaciones han cambiado notablemente en los últimos tiempos, y por ello, su comportamiento se debe ajustar escrupulosamente a la nueva situación. Siempre que estalla un escándalo los ciclistas acusan al resto de agentes de todos sus males, pero eluden hacer la necesaria autocrítica para enderezar la dura realidad.
He defendido a los corredores siempre que lo he creído necesario, pero en vista de los últimos acontecimientos se me están acabando los argumentos, las fuerzas y las ganas de seguir haciéndolo. La noticia de Boonen, no tiene nada de positivo.
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