El Giro se mira en el espejo

Nada nuevo ha deparado la segunda llegada en alto del Giro de Italia, Roccaraso, que ha tenido un resultado idéntico al del Etna. Por tanto, seguimos con las mimas dudas, que deduzco costará mucho tiempo despejarlas. La victoria ha caído en manos de un integrante de una escapada creada al inicio de la etapa, Ruben Guerreiro, un ciclista portugués de 26 años que se ha sacudido la modestia de su palmarés ganando a un ciclista de una gran cilindrada como es Jonathan Castroviejo, capaz de recorrer infinidad de kilómetros a punto del estrangulamiento, pero que carece de un cambio de ritmo para rematar aquello que merece. Los dos finales de etapa han tenido el mismo tipo de desenlace y además con protagonistas del mismo equipo que solo contaban con los respectivos campeonatos de su país como tarjeta de visita. 

La similitud de las dos llegadas en alto ha sido tan elevada que incluso el pelotón ha copiado prácticamente el mismo desarrollo: gregarios incapaces de controlar los movimientos de segundos espadas y líderes empequeñecidos sin brío para marcar diferencias. En el Etna fue el joven Harm Vanhoucke (23 años) el que aprovechó las grietas del pelotón para distanciarse unos segundos; en Roccaraso, fueron otros dos, Tao Geoghegan (25 años) y Lucas Hamilton (24) los que se presentaron delante de unos líderes que están haciendo pocos méritos para darles tal consideración.

Y entre los teóricos grandes fue, de nuevo, el más modesto de todos ellos, Wilco Kelderman quien llevó la iniciativa para arrancar unos pocos segundos de ventaja ante Nibali y Kruijswijk, que volvieron a desaprovechar una ocasión clara para tomar el mando de la carrera. Vamos, que las dos llegadas en alto (de las seis que tiene la carrera) han sido una copia exacta, lo que habla muy poco a favor de los hipotéticos líderes, incapaces de enseñar sus galones. 

Ante ésta triste situación, el Giro entrará en una fase en la que teóricamente nada debe ocurrir hasta la llegada de la segunda contrarreloj, que se disputará el próximo sábado con una distancia considerable (34 kilómetros) y que debería servir para despejar las incógnitas que nos ha dejado la montaña. Pero vete tú a saber a favor y en contra de quien.