Dos estrellas en ciernes

Antes de que en un par de días se inicie el Giro de Italia, quería comentar dos o tres aspectos destacables que se han confirmado en Tour de Romandía. Por una parte me llamó la atención las diferencias que hubo entre los tres primeros corredores con respecto a sus rivales, que en ningún momento tuvieron verdaderas opciones de victoria (ni de pódium) una vez se disputó la cronoescalada que marcó de forma absoluta la general, lo que demuestra una vez más, que la lucha individual es mucho más decisiva que cualquier etapa en línea. Entre los aspirantes a la victoria de la carrera suiza no figuraba ninguna verdadera estrella de las vueltas, léase, Froome, Nibali, Valverde, Quintana, Dumoulin… y, a priori se podía presuponer una encerrada lucha entre los mejores, pero nada más lejos de la realidad porque a nada que apretaran su pedalada, Bernal y Roglic se destacaban de forma llamativa, con Porte, recuperado en cierta medida de sus dolencias, a cierta distancia.

Pero quizás hay que comenzar a tratar a los dos ciclistas mencionados, Bernal y Roglic, como dos estrellas en ciernes. Si tuviéramos que citar a dos corredores que más han progresado en los últimos meses, indudablemente tendríamos que citar, entre otros, al colombiano y al esloveno.

Pocos corredores demuestran una progresión tan lineal como Roglic en el último año. El año pasado fue 5º y 3º en la Itzulia y en Romandía respectivamente, dos carreras que ha ganado este año con mano de hierro, con dominio en la crono y mucha fortaleza en montaña, sobre todo en Romandía, donde casi no tenía ni que levantarse del sillín ni cambiar de multiplicación para responder a los brutales ataques de Bernal, un escalador excelente. Nadie debería fijarse en la edad oficial de Roglic (28 años), creo que fisiológicamente es más joven. El ciclista del Lotto-Jumbo llegó a la élite hace apenas dos años procedente del continental Adria-Mobil al que accedió una vez que abandonó los saltos de esquí, donde fue Campeón del Mundo en la categoría Junior. En sus primeros años corrió, sobre todo, en carreras de segunda división que no creo le obligasen a un desgaste descomunal. Roglic es un corredor muy dotado físicamente, equilibrado y que ahora se ha convencido de ello, característica en la que reside gran parte de su progresión. De forma imprevista el esloveno le ha dado al equipo holandés victorias que no ha podido lograr con ninguno de sus corredores más mimados.

 

Egan Bernal provoca tal euforia que es difícil no caer en la siempre fácil tentación de los cuentos de la lechera. Si con 21 años, y en su primer año en el World Tour, es capaz de debutar con un 6º puesto en el Down Under, ganar el Oro y Paz de Colombia ante Quintana y Urán, disputar la victoria a Valverde y Quintana en Cataluña hasta que se cayó y retiró en la última etapa, y en su reaparición haga 2º en Romandía y ganar dos de las tres cronos que ha disputado,- sin con 21 años es capaz de todo eso, decía-, qué no hará cuando tenga 25-28?. El pasado nos enseña que hasta las matemáticas más simples no tienen un reflejo directo en el deporte porque cuantos sustitutos de Eddy Merckx, Bernard Hinault, Miguel Indurain, Lance Armstrong etc. no se habrán citado en los últimos años y ninguno de ellos ha sido capaz de cumplir con las expectativas?

Lo que vaya a deparar el futuro lo sabremos en breve, pero de lo que no hay duda es que Egan Bernal, incluso con el solo hecho de mantenerse en el nivel actual, es un gran corredor que no ha tenido ningún problema en adaptarse a la categoría tanto en la distancia, dificultad, velocidad, estrategia, e incluso a la presión de tener continuamente encima una lupa. Responde a la tipología del típico escalador colombiano, pero que a diferencia de casi todos ellos, se desenvuelve muy bien en cualquier tipo y distancia de crono, lo que le convierte en la mayor amenaza de futuro para los actuales dominadores de las vueltas.