El uso de aparatos de generación de entornos ambientales de altitud simulada o hipoxia normobárica, es decir, la recreación artificial de aire con un grado de concentración de oxígeno disminuido como el que se encuentra ascendiendo en altitud real, es una técnica que no solo se utiliza en humanos para la mejora de rendimiento sino que también se utiliza en deportes con animales con el mismo fin.
Uno de los deportes de resistencia que más pueden beneficiarse de este tipo de estrategia es la competición ecuestre, en cualquiera de sus modalidades, no solo por la capacidad de incremento en consumo de oxigeno (VO2max) sino también por la mayor capacidad de recuperación que permite una mejorada capacidad de oxigenación.
Para tal fin, lo usual es introducir al animal en una cámara de hipoxia durante 6-8h diariamente, o colocarle una máscara para que respire aire hipóxico a través de ella.
Introducir al animal en una cámara cerrada puede ser una fuente de estrés añadido que ha de considerarse para no afectar el sistema imnune del mismo.
En este sentido, nos hacemos eco de un reciente estudio publicado (Muñoz y col., 2019) que ha tratado de evaluar la respuesta adaptativa de caballos de carrera expuestos a una cámara de altitud simulada con el objetivo de:
- medir la intensidad del estrés experimentado por el animal.
- determinar si es conveniente realizar una adaptación/aclimatación previa del caballo en la cámara para tratar de disminuir el estrés fisiológico que una exposición directa de hipoxia en un recinto cerrado le puede generar.
Para ello, 6 caballos de carrera fueron expuestos progresivamente al entorno cerrado de la cámara durante 5 días:
- Día 0, 0h en paddock en condición basal
- Día 1, 1h
- Día 2, 2h
- Día 3, 3h
- Día 4, 4h
- Día 5, 6h
Se evaluaron los cambios observados en el ámbito temporal, espectral y no-geométrico sobre la variabilidad de la frecuencia cardiaca (HRV) de los 6 caballos de carrera expuestos de manera progresiva al espacio cerrado de la cámara.
Resultados
Según los resultados obtenidos, los autores del estudio sugieren que: “al menos 3 días son necesarios para adaptar al caballo a un ambiente cerrado antes de someter al animal a condiciones hipóxicas”.
Biolaster dispone de equipamiento para realizar exposición a la hipoxia para animales.
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Fuente:
Muñoz, A, Castejón‐Riber, C, Castejón, F, Rubio, DM, Riber, C. Heart rate variability parameters as markers of the adaptation to a sealed environment (a hypoxic normobaric chamber) in the horse. J Anim Physiol Anim Nutr. 2019; 00: 18.
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