Las demandas fisiológicas aumentan cuando el ejercicio se realiza en condiciones hipóxicas. La falta de oxígeno hace que el trabajo de la musculatura respiratoria aumente de manera considerable. Podríamos considerar que la hipoxia o la altitud es una dificultad añadida a la que presenta el ejercicio por sí solo.
Cuando una persona asciende a un lugar en altitud su frecuencia respiratoria aumenta y la respiración se vuelve más profunda para maximizar la cantidad de oxígeno que puede llegar a la sangre desde los pulmones, por ese motivo puede ser importante realizar un entrenamiento de la musculatura respiratoria.
La sensación de falta de aire que muchos individuos experimentan al respirar en altitud normalmente indica que los pulmones están teniendo dificultades para cubrir la demanda de oxígeno del cuerpo. Por ello, si además sometemos a nuestro organismo a un ejercicio importante, la carga de trabajo respiratorio puede aumentar de manera muy relevante.
Actualmente es aceptado que el entrenamiento respiratorio en hipoxia es un requisito esencial para hacer frente a las demandas del ejercicio intenso en altitud. Una parte integral de los beneficios que se obtienen por medio del entrenamiento en hipoxia, es el estímulo adicional al que los músculos respiratorios son sometidos.
El entrenamiento funcional de los músculos respiratorios es un método eficaz que se puede llevar a cabo a nivel del mar y que puede reducir las exigencias del ejercicio exhaustivo en hipoxia.
Un reciente estudio de la universidad de Portsmouth (RU) ha examinado el impacto del entrenamiento de los músculos respiratorios en el ciclismo en condiciones de hipoxia.
En el estudio han participado 17 hombres adultos sanos, de los cuales 8 han seguido durante 4 semanas un entrenamiento de la musculatura respiratoria mientras que los 9 restantes han efectuado un entrenamiento respiratorio simulado de la misma duración.
Los sujetos completaron 4 pruebas de ergometría a una intensidad fija durante 10 minutos
2 de estas pruebas se llevaron a cabo respirando aire ambiental normoxico, y las otras 2 respirando aire hipóxico (14,6% de oxígeno).
Se realizó una prueba normóxica e hipóxica antes y después del entrenamiento de los músculos inspiratorios.
Los resultados han mostrado que el entrenamiento de la musculatura respiratoria aumentó la presión inspiratoria máxima (Pimax) de la boca en 21 cmH2O. También aumentó la saturación arterial de oxígeno y su ratio con la ventilación minuto después del entrenamiento inspiratorio durante el ejercicio hipóxico de un 83% a un 86% (aproximadamente un 3%) y de 2.95 a 3.52%l.min (aproximadamente un 21%), respectivamente.
Además, la ventilación minuto y la producción de dióxido de carbono, cayeron un 12-13% después del entrenamiento inspiratorio durante el ejercicio hipóxico.
Los resultados de esta investigación señalan que el entrenamiento de la musculatura respiratoria reduce la demanda fisiológica de
un ejercicio de intensidad moderada durante la exposición aguda a la hipoxia, pero no en normoxia. Por lo tanto, el entrenamiento funcional de los músculos respiratorios puede beneficioso en las personas que practican ejercicio en altitud
Información obtenida del artículo original “Inspiratory muscle training effects on cycling during acute hypoxic exposure”
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