Exposición a la Hipoxia Intermitente para Mejorar la Disfunción Endotelial

La exposición sistémica a la hipoxia incrementa la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) y nitrógeno (RNS), así como de eritropoyetina (EPO), estimulando la adaptación al ejercicio intenso. Se conoce que un alto nivel de EPO resulta en mejorada eritropoyesis y capacidad de ejercicio.

Observaciones epidemiológicas y fisiológicas han demostrado efectos positivos de la exposición a la hipoxia en salud cardiovascular. Nacer en altitud ha mostrado un efecto protector independiente contra la cardiopatía coronaria (CHD). Datos de 4.2 millones de individuos han demostrado que la mortalidad por cardiopatías se reduce linealmente con el incremento en altitud. 

En los últimos años, la exposición a la hipoxia intermitente (IHE) se ha introducido en el deporte. IHE es un método en el que los atletas respiran unos minutos a moderada hipoxia (9-12%O2), alternando con breves recuperaciones respirando aire normal, reportándose numerosos estudios que observan mejoras en resistencia a nivel de mar y rendimiento anaeróbico tras las exposiciones IHE.

Además, hay más de un estudio que ha mostrado como afecta favorablemente a la actividad endotelial ejerciendo un potencial impacto y reduciendo los factores de riesgo ateroesclerótico, retardando el envejecimiento de la pared arterial, retrasando el desarrollo de la disfunción endotelial (ED), y preservando la función vascular.

Esta línea de investigación ha sido recientemente confirmada por Agnieszka y colaboradores (2020) demostrando que IHE combinado con ejercicio puede reducir el riesgo de ED por un incremento en la biodisponibilidad de óxido nítrico (NO) y el nivel de HSP27 circulante. 

Fuente:

Agnieszka Zembron-Lacny, Anna Tylutka, Eryk Wacka, Edyta Wawrzyniak-Gramacka, Dariusz Hiczkiewicz, Anna Kasperska, Miłosz Czuba, “Intermittent Hypoxic Exposure Reduces Endothelial Dysfunction“, BioMed Research International, vol. 2020, Article ID 6479630, 10 pages, 2020.