Una de las principales causas de muerte en el mundo es la enfermedad de las arterias coronarias, además de ser la principal entre las enfermedades cardíacas.
Las sesiones de hipoxia intermitente en altitudes extremas (alrededor de 6.000 metros sobre el nivel del mar) con fines de tratamiento de enfermedades es un método que comenzó a desarrollarse en los servicios sanitarios de la extinta URSS. La hipoxia funcionó como tratamiento de distintas afecciones.
Los enfermos de arterias coronarias generan arteriosclerosis debido al exceso de colesterol y otros materiales que engrosan la capa interna de las arterias. Esta afección genera una menor oxigenación del corazón por lo que puede tener consecuencias tan severas como la aparición de angina de pecho, arritmia, insuficiencia cardíaca o infarto.
Para comprobar si un protocolo de hipoxia-hiperoxia intermitente puede mejorar la tolerancia al ejercicio, el perfil cardiometabólico y la calidad de vida en pacientes de enfermedad de las arterias coronarias, Glazachev et al. (2017) llevaron a cabo un estudio con 54 enfermos de arterias coronarias. En el estudio dividieron a los pacientes en 2 grupos, 27 en el grupo intervención y otros 27 en el grupo control.
El grupo intervención no llevo a cabo el programa de rehabilitación cardíaca habitual y realizó exposiciones personalizadas de hipoxia-hiperoxia intermitente en 15 sesiones de alrededor de 1h durante 5 semanas consecutivas. Los protocolos estuvieron programados de 5 a 7 ciclos de hipoxia de 4-6 minutos a 10-12% de oxígeno (hipoxia) y 3 minutos de 30-35% de oxígeno (hiperoxia). El grupo control realizó el programa de rehabilitación durante 8 semanas y después se expuso a hipoxia inefectiva de 15 sesiones durante 3 semanas con el mismo protocolo de hipoxia pero con aire normóxico.
Los resultados concluyen con que los pacientes de enfermedad de las arterias coronarias mejoran su tolerancia al ejercicio, el perfil de factores de riesgo y la calidad de vida tras el protocolo de Hipoxia-Hiperoxia intermitente. Además, se sugiere que el protocolo de hipoxia-hiperoxia intermitente es tan eficaz como los programas de rehabilitación cardíaca estándar de 8 semanas.
FUENTE
Glazachev, O., Kopylov, P., Susta, D., Dudnik, E., & Zagaynaya, E. (2017). Adaptations following an intermittent hypoxia‐hyperoxia training in coronary artery disease patients: a controlled study. Clinical Cardiology, 40(6), 370-376.
Talmor-Barkan, Y., Bar, N., Shaul, A. A., Shahaf, N., Godneva, A., Bussi, Y., … & Segal, E. (2022). Metabolomic and microbiome profiling reveals personalized risk factors for coronary artery disease. Nature Medicine, 1-8.
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