Al ascender en altitud se puede experimentar una panoplia de efectos perniciosos, lo que se conoce como mal agudo de montaña o MAM. Existe una gran variabilidad en la susceptibilidad a padecer el MAM, que normalmente se puede acusar a partir de los 3.000m, si bien algunas personas pueden sufrirlo desde los 1.000-2.0000m y otras no presentan síntomas hasta los 5.000m, por poner un ejemplo.
Síntomas
Normalmente se pueden experimentar sus síntomas a partir de las 6-12h de alcance de la altitud crítica. Tales síntomas comunes como fatiga, náuseas, vómitos o trastornos del sueño, si no se responde debidamente, pueden desarrollar episodios de mayor gravedad y peligro.
Causas
Se ha investigado ampliamente sobre los posibles factores de riesgo, siendo la hipoxia la causa principal del MAM, es decir, la disminución de la cantidad de oxígeno disponible para el organismo. Cuando se asciende rápidamente a los 2.500m, aproximadamente un 10% de los montañeros sufre este trastorno; llegando a los 4.500m un 60% padece MAM.
Prevención
Si el ascenso se realiza lentamente, con varias noches de estancia en la altitud, el organismo es capaz de aclimatarse y se puede evitar el MAM. INCIDENCIA Existen diferencias individuales hacia la tolerancia a la hipoxia y también en la capacidad de adaptación o aclimatación. Conocer la susceptibilidad individual a la hipoxia de manera previa a una ascensión elevada en personas que lo hacen por primera vez sería muy útil para plantear estrategias más o menos conservadoras de cara al ascenso.
Predicción Mal de Agudo de Montaña (MAM)
Existen diversos test que tratan de evaluar de forma predictiva la susceptibilidad individual a la hipoxia mediante las respuestas ventilatorias y cardiovasculares. La VARIABILIDAD DE LA FRECUENCIA CARDIACA (HRV) es una de las variables que se utiliza en algunos de estos test. Sin embargo, la observación de la respuesta de la SATURACIÓN ARTERIAL DE OXÍGENO EN SANGRE (SAO2) ante una exposición prolongada a la hipoxia muestra una relación cercana con dicha susceptibilidad, y la interpretación de tales respuestas puede ser uno de los valores más fiables para predecir el MAM.
Vídeo
A modo de anécdota, incluimos el siguiente vídeo donde puede apreciarse la respuesta cardíaca y de saturación arterial O2 en un individuo sano que partiendo de situación de reposo a nivel de mar (20,9% oxígeno), se introduce en una tienda de ejercicio en hipoxia a una altitud de 6.400m (9,4% oxígeno) de modo instantáneo, es decir que pasa a respirar la mitad de oxígeno disponible a nivel de mar. Esto genera una respuesta inmediata a nivel cardiovascular, incrementando la pulsación de 70 lpm a 105 lpm para compensar la menor cantidad de oxígeno disponible en la sangre (se puede observar la caída de SAO2 en el pulsioxímetro).
Fuente:
“Prediction of the susceptibility to AMS in simulated altitude”, Martin Burtscher & Christoph Szubski & Martin Faulhaber 2007.
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