En términos generales, cuando hablamos de hipoxia intermitente nos referimos a ciclos cortos de exposición a respiración de aire empobrecido en oxígeno alternado con periodos cortos de recuperación respirando aire ambiental, o aire enriquecido en oxígeno (hiperoxia). El nombre técnico de esta intervención es, exposición a la hipoxia intermitente – intermittent hypoxic exposure (IHE), y a modo de ejemplo, un protocolo clásico podría ser 6 ciclos de 5 minutos de hipoxia, alternado con 5 minutos de recuperación (normoxia/hiperoxia). Estás exposiciones se realizarían en reposo, por ejemplo, sentado cómodamente.
La repetición programada de sesiones de IHE provoca adaptaciones fisiológicas que vienen siendo objeto de estudio y práctica aplicada desde hace décadas, principalmente en la órbita de la antigua URSS, y más recientemente en el bloque occidental.
Las adaptaciones provocadas por el estímulo de la hipoxia parecen redundar en beneficios saludables como los comentados a continuación:
Adaptaciones Cardiovasculares
IHE provoca adaptaciones a nivel macro y micro-circulatorio.
Se ha observado incremento en la densidad de capilares periféricos.
IHE provoca vasodilatación arterial y reclutamiento de microvasos de la circulación central y periférica. Probablemente suceda como mecanismo compensatorio para asegurar la adecuada oxigenación tisular.
IHE baja la presión sanguínea sistólica y diastólica en sujetos hipertensos.
Estimula el endotelio previniendo la disfunción endotelial.
Promueve la formación de óxido nítrico (NO).
Estimula la angiogénesis y la producción de eritrocitos.
Mejora la perfusión e incrementa el gasto cardiaco.
Función Cognitiva
IHE puede jugar un rol en la protección contra la disfunción cognitiva a través de mecanismos como alivio del estrés oxidativo, angiogénesis y neurogénesis cerebral, y promoción de la formación de óxido nítrico endotelial.
Experimentación en ratas ha observado incremento en factor neurotrófico derivado del cerebro (BNDF), neurogénesis hipocampal, sinaptogénesis funcional, y alivio de déficits en aprendizaje espacial y perjuicio de la memoria a largo plazo.
Como entendemos de los ejemplos comentados, y sin hacer mención de la influencia positiva otras áreas de interés a nivel de salud, IHE parece ser una técnica interesante para el mantenimiento y recuperación de la salud, el rejuvenecimiento y la longevidad.
Se puede realizar IHE cómodamente desde el hogar con los generadores de hipoxia disponibles en Biolaster.
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