En el quirófano

Mi sesión quirúrgica comienza a primera hora de la tarde, poco antes de las dos. Me gusta estar despejado, haber dormido bien, y no soportar una digestión pesada. Procuro comer un bocado ligero, sobre la marcha, y beber una cola o un café que me sirva de estimulante. Por la noche puedo resarcirme con una cena relajada, ennoblecida por un buen reserva. No me gustaba el vino pero, tras acumular botellas obsequiadas por mis pacientes, decidí un día hacerles aprecio, degustando los caldos más selectos de esta pequeña bodega del agradecimiento. Es un premio que sabe a gloria, que conjuga las sensaciones del paladar con la satisfacción del trabajo bien hecho, con la perspectiva de un problema solucionado, con esa pequeña dosis de la droga que engancha a los médicos, sobre todo a los cirujanos: el reconocimiento, la mirada o la palabra de un paciente aliviado. Los otros, los casos complicados o fallidos, no tienen premio. No hay vino que adormezca el recuerdo ácido del fracaso, que evite la mirada a oscuras, de madrugada, a los números rojos del despertador digital que se proyectan en el techo de la habitación.

Cumplo el ritual del día de quirófano. Después de varias vueltas alrededor de la clínica, consigo al fin aparcar el coche… sobre la acera, en lugar prohibido pero tolerado, en la zona de urgencias, territorio sin multas ni grúas. En la puerta coloco el pulgar derecho sobre el identificador de huellas dactilares. Tengo que repetir tres veces la operación para que se encienda la luz verde y se abra la puerta. Me lavo tantas veces las manos que es muy difícil identificar mis huellas, parcialmente borradas, en los lectores. Todavía tengo que pasar un segundo control para entrar en el vestuario. Esta vez se abre a la primera.

Me molesta toda esta rutina de elegir el pijama de mi talla, buscar los zuecos que siempre están fuera de su sitio y que he acabado por marcar con un sello personal de tinta roja, cambiarme, guardar la ropa en la taquilla que ha dejado de ser mía desde que arrancaron la etiqueta de identificación y ahora es del primero que llega, meter la moneda y extraer la llave, y colocarme el gorro de papel desechable y la mascarilla. No me olvido de llevar el i-pod porque me gusta oir música de fondo cuando opero… clásica, orquestal, canción ligera, y mis favoritos: Dinah Washington, Roger Whittaker, Leonard Cohen, Cat Stevens, Serrat… ¡los Panchos! No puedo con la estridencia de la música moderna de conjuntos, me desconcentra. Eso me crea algunos problemas con las jóvenes enfermeras y tengo que aguantar comentarios jocosos sobre los gustos arcaicos del doctor. Tengo que hacer algunas concesiones, no me disgustan Coldplay, Strokes… pero ya no valen Pink Floid o Supertramp.

El diseño de los nuevos quirófanos es muy agradable, supongo que tranquilizador para los pacientes. Conjuga colores puros en gama atenuada, líneas rectas y curvas, y evita la sensación de profundidad infinita, de traslado al fondo de la perspectiva por los pasillos sin fin, el paciente tumbado en su cama, mirando el paso intermitente de fluorescentes desvaídas en el techo. Más parece que estemos en una guardería de diseño. En la sala de preanestesia, entre las camas que esperan su paso al quirófano, sólo faltan unos juegos de construcción con maderitas multicolores.

Margarita está hecha un manojo de nervios. Lleva un rato de espera en la sala, ha sido reconocida por el anestesista y, a pesar del ambiente colorista y relajado de la instalación, no deja de estar en el centro de un bloque operatorio, sujeto pasivo en el ojo de un huracán de frenética actividad. Circulan enfermeras y auxiliares a paso de marcha con bandejas de instrumental, limpiadoras con carritos rodantes, celadores empujando camas, torres de artroscopia y aparatos portátiles de rayos X, cirujanos más pausados que arrastran los zuecos de goma y parecen leer las flechas indicadoras del suelo, inmersos en sus pensamientos, concentrados en la siguiente operación…

-¿Qué tal, Margarita? –la pregunta, claro, no tiene respuesta pero es una forma de conectar con la paciente y dejar que exprese sus emociones contenidas.

-Un poco nerviosa, doctor. Ya tengo ganas de que empiece la operación para que termine cuanto antes.

-No se preocupe. Es normal que esté nerviosa, pero ya verá cómo todo es más sencillo de lo que imagina. Tenemos un anestesista muy seguro que le va a dormir las piernas sin nada de dolor y le pondrá un sedante en el suero. Después todo será mucho más fácil, estará más tranquila y, si quiere, podrá ver la intervención.

-Ah, no. Prefiero no ver nada.

-Eso dice todo el mundo pero al final, miran. Además no impresiona nada. Ni siquiera se ve sangre. Es como una película en el monitor que no podrá relacionar directamente con su rodilla.

-No sé, no sé. Ya veremos…

En el quirófano todo es actividad. Clara, mi instrumentista, ya se ha lavado. Aislada por una bata y guantes estériles, sus grandes ojos me miran por encima de la mascarilla. Son tan expresivos que, aunque no puedo ver el gesto de la cara, me cuentan todo a través de una ligera dilatación de pupilas, un arqueo de cejas o la aparición de unas arrugas en la comisura, que empequeñece por la contractura de los párpados. Algo le ha hecho sonreir pero no me lo cuenta ni yo lo pregunto, aceptando el sutil juego de comunicación, el de las cosas que se pueden y no se pueden decir al jefe.

-Buenas tardes –el saludo general es para todas las personas que en ese momento bullen por el quirófano. Clara prepara el instrumental que una enfermera de campo le va entregando a medida que rasga los sobres estériles que lo contienen, el camillero termina de colocar a Margarita en la mesa, el anestesista consulta los gráficos del monitor, su enfermera carga unas jeringas, dos auxiliares van y vienen desde el almacén, dos estudiantes de enfermería en prácticas y un médico en período de formación observan desde un ángulo de la sala los movimientos medidos y consensuados de los que, por la repetición de sus actos, saben exactamente qué tienen que hacer porque esta función fue estrenada hace mucho tiempo y cada nueva interpretación es un ensayo que afianza la seguridad de los actores.

Antes de lavarme compruebo que todo está en orden. El trabajo de Clara no necesita supervisión pero el resto, al depender de personal cambiante, prefiero revisarlo personalmente.

-¿Ha llegado el doctor García?

Clara arquea la ceja derecha, lo que en su código quiere decir “vaya pregunta” Mi ayudante sufre un síndrome crónico de impuntualidad que le impide llegar a tiempo y ocuparse de “pequeños” detalles como, por ejemplo, colocar la isquemia.

Trabajo con la pierna libre de circulación sanguínea. Para ello, exprimo la pierna desde el pie hasta la ingle con una venda de goma. Para evitar que se vuelva a llenar, hinchamos a presión un manguito que rodea el muslo. La enfermera de campo controla la presión.

-¿Cuánto, doctor?

-Trescientos cincuenta.

Compruebo las conexiones de la torre de artroscopia, el canal de grabación del monitor, la fuente de luz, la cámara y el motor. Introduzco un disco en el DVD para grabar la intervención. Es un documento muy útil por cuanto permite repasar la intervención en caso de dudas por alguna complicación en el postoperatorio o en el resultado a largo plazo, y al paciente le gusta guardar ese momento especial de su vida en el que tuvo que ser intervenido.

Aprieto el conmutador de la pared y se abre la puerta corrediza. En los lavabos, abro el sobre de plástico que contiene el cepillo estéril impregnado de jabón y solución antiséptica.

-Buenas tardes, jefe.

-Doctor García, no tiene por qué preocuparse. He instalado el paciente y está hecha la isquemia. En cuanto termine de lavarme, le preparo el campo quirúrgico para que pueda empezar la intervención.

La ironía del comentario hace enrojecer a mi ayudante pero repetimos la escena tantas veces que la fuerza de la costumbre quita virulencia a mi ataque. Es como un ritual entre viejos amigos que bromean sobre asuntos cuya clave sólo ellos conocen.

-Lo siento. No he podido llegar antes. He tenido un recambio de prótesis en el hospital y se me ha complicado un poco. Pero ya me pongo en marcha.

-Venga, venga, Felipe, lávate y monta el campo. La primera intervención es una plastia de cruzado. Señora de unos cuarenta años con rodilla inestable por un episodio traumático de mes y medio de evolución. La resonancia informa integridad meniscal. Le vamos a poner una plastia en cuatro bandas de “pata de ganso”

-¿Qué anclajes?

-Como casi siempre: tornillos interferenciales biorreabsorbibles. En este caso, los prefiero al endobutton.

Nos lavamos frente al grifo, mirando los dos el cristal que nos separa del quirófano. Mientras hablamos podemos observar lo que ocurre dentro. La paciente está despierta pero muy tranquila. En el gotero le han introducido un sedante que le ayuda a contemplar su entorno con una mirada de placidez y hasta apatía. Probablemente dormirá un rato mientras duran los preparativos. El muslo está sujeto por una mordaza metálica al cuerpo de la mesa, cuya porción inferior ha sido desmontada y la pierna cuelga con la rodilla flexionada.

Restregarse manos y antebrazos durante diez minutos es muy aburrido. Seguimos la rutina de frotar con el cepillo enjabonado desde la mano hasta el codo, cambiando periódicamente de un lado a otro. Tenemos que insistir en la limpieza de uñas, recortadas previamente para impedir el alojamiento de suciedad. Es un gesto automatizado por la repetición, y nuestra mente, muy activa por la inminencia de la operación, necesita relajarse a través de la conversación. Son momentos de confidencia, intensos pero cortos. Felipe habla de sus cosas, de la guardia del hospital, de la prótesis complicada:

-Se nos ha atascado el extractor y no podíamos soltarlo. Con la cadera abierta y luxada para colocarle el vástago femoral, teníamos una vara de acero de casi un metro alojada en la diáfisis, saliendo desde el muslo en paralelo al cuerpo del paciente. No había forma. Nos turnábamos para tirar de la empuñadura pero no quería salir. Ya no sabíamos si llamar a talleres del hospital para que algún “arreglatodo” nos diera una idea.

-¿Con quién estabas operando?

-Con Piniés.

El jefe de servicio y yo somos viejos conocidos. Nunca nos hemos llevado bien. Creo que no le gustaba mi forma de ser, mi ambición, mi carácter extrovertido. Aún ahora, nos saludamos con corrección pero con una frialdad que no es normal entre compañeros de profesión que trabajan en el mismo centro. Los dos recordamos los hechos que jalonan nuestra relación, su falta de apoyo cuando conseguí mi plaza por oposición o cuando solicité becas oficiales y ayudas extraoficiales. Sin ataques frontales pero ninguneos continuos. Son las pequeñas miserias de la profesión.

-Entonces, no has tenido gran ayuda. El viejo ya no está para muchos trotes.

-Y tanto. Además se me ha cabreado. Estábamos cansados y tan desesperados que me he puesto a parir ideas un poco a lo loco, a ver si alguna podía valer.

-Y se te ha ocurrido alguna que no le ha gustado.

-Sssi… pero por decir ¿eh? Que no hablaba en serio

-A ver, Felipito, ¿qué le has dicho?

-Pues que, si no podíamos sacar la barra, a lo mejor teníamos que cortarla, dejando un trozo dentro del hueso, para poder cerrar.

-¡Pero qué bestia!

-¿Y qué quieres? Yo no hacía más que pensar en posibles soluciones rechazándolas todas por disparatadas, pero ésta la he dicho en alto.

-Al final la habéis sacado…

-Pues sí. Con la mala uva que se me estaba poniendo, he pegado un estirón a la empuñadura y he conseguido sacarla.

-¡Bien hecho! Mejor que dejarle una barra de acero reforzando el hueso…

-¡No sé para qué te lo he contado! Ahora me vas a machacar con la dichosa barrita toda la tarde. No lo dirás ahí dentro, ¿no?

Felipe sabe que no. Las conversaciones frente al grifo son sagradas. Me apiado un poco de él y decido empatarle.

-Te voy a contar algo que, como se te ocurra divulgar, te mato. Cuando yo era residente me pasó una vez exactamente lo mismo. También operaba Piniés. Era la primera vez que me lavaba con él pero desde el principio me di cuenta de que no seríamos amigos del alma. Después de unos cuantos tirones, cuando estábamos jadeantes y sudorosos, se me ocurrió decir que en los grandes puertos desatascaban las piezas herrumbrosas regándolas con Coca-Cola.

-¡No jodas!

Ya era muy tarde para rectificar. Tenía que terminar el relato:

-Se quitó la bata y los guantes para descansar un rato. Se fue a fumar un cigarro y me dejó solo, mirando el extractor atascado, a punto de echarme a llorar mientras le oía vociferar por el quirófano, prequirófano y pasillos. Yo seguía con la vista fija, como hipnotizado, sujetándome las manos, mientras le oía a lo lejos – ¡Coca-Cola! ¡Este tío es idiota!- Las enfermeras se me quedaron mirando, el anestesista estaba paralizado con una jeringa recién cargada, que mantenía hacia arriba a la altura de su cara. Todavía veo la escena congelada, todo el mundo mirándome como si hubiera pronunciado un conjuro. Y de repente, empezaron a reírse. Primero la limpiadora, una gorda de voz aguardentosa que se agarraba de los riñones y lloraba de risa. Después, todo el quirófano mientras yo quería que se hundiera el suelo. Todavía me lo recuerdan los veteranos.

Felipe sólo sonríe, en parte porque comprende una situación vivida por él y en parte porque todas mis historias le suenan un poco a las guerritas del abuelo. Me sorprende que, cada vez con más frecuencia, le cuente historias repetidas sin ser consciente de ello. Terminamos por aclarar el jabón antiséptico y, con mucho cuidado de no tocar nada, apoyando el codo en el interruptor, abrimos la puerta de quirófano. La instalación está hecha. Vamos a comenzar la intervención.

Dr. W. Atson

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20 opiniones en “En el quirófano”

  1. Hola,doctor…estoy muy preocupado por mi rodilla derecha…Vera :
    Soy muy joven y me encanta el deporte, es mi pasión.Entrenando a Baloncesto,la rodilla se quedo, como, bloqueada, y me dolió mucho.Al cabo de un par de hora, fuí al hospital, y tras unas preguntas su diagnostico fue:Esguince de rodilla.
    A pasaodo 1 mes y 1 semana desde entonces, y aller mismo fuí al traumatólogo, quien,despues de una exploracion me dijo:
    No hay nada roto ni desgarrado.Los meniscos bien, los huesos y los ligamentos bien…Asique, puede ir empezando a hacer deporte.Poco a poco, pero puede.
    Ilusionado, volví a mi casa.
    Al cabo d 5 horas,entrenaba mi equipo de baloncesto, y fui a entrenar, ya que posteriores dias, en el instituto incluso,he podido correr sin ningun problema.Durante el prinicpio, me costaba un poco,normal supongo, ya que despues de un mes, es costoso volver a jugar. Al finalizar el entrenamiento(que no fue muy duro), no me dolía nada.Me encontraba muy bien…
    Hoy, me he levantado con la rodilla normal, sin dolerme, menos una cosa..Se ha inflamado un poco…Estoy preocupado, ya que mañana juego un torneo muy,muy importante, y no quiero perdermelo…¿Devería, no jugar, y esperar máss, o poder jugar, pero muy poco a poco?

    Gracias,doctor.

  2. El hecho de que se hinche la rodilla no indica sino que todavía pasa algo ahí dentro y la rodilla “fabrica” más líquido sinovial del habitual. Por lo que nos cuenta, le han practicado dos exploraciones médicas y ninguna prueba complementaria. Aunque lo que más cuenta es el criterio de su médico, si continúan apareciendo signos inflamatorios, probablemente tendrá que realizar esas pruebas para certificar el diagnóstico. No es que deba alarmarse; al principio es normal que se hinche como respuesta al esfuerzo aunque no haya estructuras rotas, pero hasta que la rodilla diga “si”, y lo hace cuando ha reparado totalmente las consecuencias del accidente, es más prudente hacer caso a lo que su traumatólogo le ha indicado e ir poco a poco. Tiempo tendrá de volver a jugar cuando existan garantías y no corra el peligro de aumentar las consecuencias de la primera lesión. Mucha suerte.

    Dr W Atson

  3. saludos dr,

    bueno espero que mi comentario no este fuera de este titulo.

    vera tengo todami vida jugando futbol en una ocasion jugando en una cancha de piso de cemento al simplemente hacer un sprin al termino de este mi rodilla semobio bruscamente fue tanto que no la pud e mover y la sentia dura y no me atendi solo deje de jugar por 2 meses…

    despues quise volver ajugar sabiendo que habia algo que no me gustaba pues haun la sentia dura segui jugando derepente en un salto para resivir el balon y este ak acer contacto con mi pie senti que trono algo en mi rodilla y en cuanto quise apoyar ya no pude sontenerme en pie y mucho menos soportar el dolor para poder caminar de regreso a casa este es mi problema actual y el motivo de mi pregunta…

    me revisaron me desian que eraposible una lesion meniscal pero no me pudieron revisar como yo pensaba que lo arian por la inchason de mi rodilla y solo me pusieron una ferula y me dieron medicamento para bajar la inchason, este diagnostico no me gusto pues fui con otro dr. despues de 1mes al revisarme me iso algunos movimientos no senti gran dolor le explique amimanera como fue y donde me dolia total lo que medijo fue que tenia una lesion del ligamento la teral y me reseto una rodillera mecanica hortopedica con varillas aloslados y que no nesesitava de cirugia estge diagnostico no me guato pues no coincide con el primero……

    la verdad desesperado regrese con el primer dr. mi inchason de rodilla disminuyo en tonces el traumatologo me empezo amover y no aguante ni el segundo movimiento cunado me empezo adoler dela interno de la rodilla der3echa me voltio bocabajo y repitio me imagino el ismo movimiento y no aguente mas el diagnostico que medi era que nesetiva la ciruguia no habia rota tengo lesion del menisco pero me queda una duda en ocasionestabien me duele el ligamento lateral externo al operarme tabien me operarian del ligamento lateral esterno o cual seria el prosedimiento pues estoy mas angustiado que nervioso.

    espero su repuesta y garcias por su atencion

  4. Ivan, no tengo muy claro su diagnóstico. No sé si realmente le han llegado a diagnosticar. No sé si sufre una rotura meniscal, del ligamento lateral, de ambos, o si se trata de otro diagnóstico que todavía no se ha aclarado.

    Lo que Vd cuenta tiene la suficiente importancia como para realizar una inspección a fondo para llegar al diagnóstico correcto. En mi caso, sería una irresponsabilidad pronunciarme ya que no tengo los datos adecuados.

    Acuda a su traumatólogo de nuevo y plantee sus dudas.

    Mucha suerte

  5. Hola Dr, La verdad q es muy interesante todo lo q usted comenta acá, me leí todo desde el inicio de esta paciente con rotura de LCA. LLegué hasta aquí buscando algo de información porque también sufrí una rotura de LCA en Noviembre de 2008, pero recién pude operarme en febrero 2009 (un poco porque la burocracia para autorizar los diferentes estudios y otro poco porque los turnos con los médicos por mi obra social son siempre leeeeeentos).
    Tengo 30 años y sufrí la lesión jugando al fútbol (juego desde q nací y es la primera vez q tengo una lesión importante, fuera de esguinces leves o diferentes contusiones).
    Al igual q usted comenta, dentro de mi cabeza volaban a mil diferentes pensamientos cuando el Dr.(Francone) al revisar la resonancia confirmo lo q sospechaba (al igual q yo), q tenía roto el LCA. Como yo me sentía perfecto, caminaba sin problemas (seguramente como usted explica, debido a q luego de 30 años haciendo deporte tenía un grado de trofismo o hipertrofia en mi musculatura q compensaba la falta del ligamento) por ahi pensaba q podía evitar el quirófano, pero el Dr me tranquilizó, me informó q era una persona joven, q si seguía jugando así me podía romper LCP y/o meniscos y q si no me operaba a la larga podía llevarme a una artosis… lo cual iba a ser peor q no operarme!!
    La plastía es de la pata de ganso.
    Ahora estoy por el 5º mes de rehabilitación, por suerte va todo bien, y dentro de un tiempo tengo q ver al Dr.
    Mi pregunta hacia usted es la siguiente: sé q el tiempo de retorno a las canchas es en 6 meses para deportistas profesionales (no es mi caso) y de unos 8 meses en adelante (es variable segúan la persona) para nosotros. El tiempo es debido a la cicatrización de la plastía y la revascularización del mismo verdad? o es por otra cosa?
    y por último y agradeciendo su tiempo, luego de los últimos ejercicios y el trote me surje un pequeño dolor en la parte anterior-inferior interna de la rodilla, casi justo abajo de la rótula… es normal? me asusta un poco este dolor y no se si parar hasta ver al Dr. o es algo normal del período de rehabilitación?
    Desde ya muchas gracias y le mando un saludo

  6. Hola, Diego.
    Sabía que había respondido a tu consulta y tenía el texto guardado. Ignoro por qué no es visible. Copio y pego lo mismo que respondo en el capítulo “Fin”

    El período de vuelta a la práctica deportiva es variable y depende, fundamentalmente, del estado de evolución de la rodilla. De nada sirve hablar de seis y de ocho meses si hemos tenido alguna complicación en la evolución o en el proceso de rehabilitación.

    Ese plazo se cifra en torno a la estimación del tiempo que precisa el organismo para asimilar la plastia a su nueva función como ligamento, con el desarrollo de nueva vascularización e inervación.

    El dolor que refieres podría deberse a una tendinitis del rotuliano o de la pata de ganso. Debes consultarlo con tu traumatólogo porque, si no lo resuelves, podría perpetuarse.

  7. Hola Doctor Wenceslao, primero que nada quisiera agradecerle infinitamente el blog sobre el diagnóstico de ruptura de LCA, reconstrucción y recuperación. Bueno mi caso es el siguiente: Mi nombre es Santiago, soy un varón de 27 años muy activo físicamente, (montañismo, bicicleta, fútbol) hace 1 semana jugando al fútbol sentí que se me salió la rodilla en una jugada muy rápida y brusca, en el instante se escucho un “TAC” fuertísimo que incluso mis compañeros de equipo escucharon, inmediatamente caí al piso con un dolor horrible que nunca había sentido antes en toda mi vida, cuento corto, mi hermana Médico me mando a hacer una resonancia magnética de rodilla:
    Las conclusiones del radiólogo que interpretó mi resonancia son: Hidroartrosis, Signos de rotura de LCA, Signos de desgarro del cuerno posterior del menisco medial.
    Fui al traumatólogo especialista en rodilla, me realizó el test de Lachman y vio las placas de la resonancia, su diagnóstico sin mirar la subjetiva conclusión a la que llegó el radiólogo, fue rotura de LCA y daño en el menisco medial. La solución es quirúrgica según me dice y leo en su blog. Me he empapado bastante en cuanto a las técnicas y he visto un sin-numero de intervenciones reales en el “youtube”, la técnica a elegir por el traumatólogo que me vé, es sacar un tendón del costado interior de mi muslo e injertarlo como LCA. Bueno antes he tenido lesiones más o menos graves producto de caídas en bicicleta (costillas quebradas, etc.) pero nunca antes he entrado al quirófano y tengo temor, me gustaría que por favor en la medida de lo posible según su disponibilidad de tiempo y su cordialidad (que según he visto es gigante) me diera su opinión acerca de lo imperante que es esta cirugía, han pasado ya casi 2 semanas y mi rodilla esta mucho menos hinchada que al día siguiente que parecía un melón y me duele mucho menos, pero al tratar de ponerme en cuclillas me es imposible por el dolor horrible que siento en la pierna afectada, siento la rodilla inestable y tengo miedo que se me salga de nuevo.
    He leído acerca de jugadores profesionales que NO han sido operados por esta misma lesión y van muy bien con una rodillera o knee brace (muy sofisticada y costosa), en mi caso siendo una persona muy activa que practica deporte de alta intensidad 5 días a la semana 8 horas al día cree usted que la operación es ineludible?, peso 85 Kg y mido 1metro80 para que tenga una idea mas o menos. Las otras consultas que me gustaría hacerle es que pasa con el menisco dañado, se tiene que sustituir? o en el trozo de donde se rompió llega sangre y se puede “regenerar”?, mi pierna no va a echar de menos el tendón que le quitaron?, es decir va a ser para siempre mas débil que la otra pierna?, como es que un tendón puede cumplir la función de un ligamento si son tejidos distintos, o no lo son?, acá: la interpretación de la reso: http://farm6.static.flickr.com/5288/5288171491_3fe7b40b97_b.jpg

    Por ultimo me gustaría agradecerle un montón y preguntarle si puedo enviarle las resonancias en sí, porque en el hospital me las dieron en un CD, y se pueden ver con un programa de computadora que esta incluido en el disco.

  8. La necesidad de operar se valora en función de la inestabilidad de la rodilla (sólo lo puede hacer el médico y no la resonancia)que puede ser alto y entonces no hay más remedio que operar porque en cada paso se produce un daño en la rodilla porque la inestabilidad no permite una congruencia adecuada. Si, en cambio, es una inestabilidad moderada, puede ser tolerable si se consigue una musculación que compense la inestabilidad o si se trata de una persona de bajo nivel de competición.

    En todos los casos se debe esperar al menos un mes para saber si la rodilla se ha estabilizado o no. Puede ocurrir -en roturas parciales- que la porción de ligamento arrancada de su inserción, se ancle de nuevo aprovechando el apoyo que le presta el cruzado posterior.

    Transcurrido ese tiempo se valora de nuevo la estabilidad. Si es aceptable para las pretensiones deportivas del paciente, se puede seguir esperando mientras se potencia la musculatura. Si no es estable, hay que operar. Si se produce un segundo episodio de inestabilidad, hay que operar.

    Por lo que refieres en tu caso es muy probable que la rodilla siga siendo inestable. Tienes muchas posibilidades de tener que operarte.

    La técnica más habitual es la que te han propuesto aunque ya habrás leído en nuestro artículo de elección de la plastia, en la sección de trauma, que hay otras posibilidades.

    Se eligen dos tendones de la llamada pata de ganso. Evidentemente es mejor no tener que usarlos porque tienen su función pero la experiencia con miles de casos avala su utilización porque generalmente no produce secuelas y el deportista conserva íntegra su capacidad. Tanto tendones como ligamentos están formados por tejido conectivo. Aunque no sean tejidos idénticos, el tendón sufre una transformación biológica con la rehabitación neurológica y vascular que lo convierten de facto en un ligamento.

    El objetivo de la intervención es conseguir recuperar tu rodilla para todo tipo de actividad pero el futuro va a depender de varios factores: la existencia de lesiones asociadas de cartílago, la extensión de la rotura de menisco y la evolución postoperatoria. En algunos casos se cosnsigue -la mayoría- pero en otros no.

    Espero que el tuyo esté en el primer grupo. Mucha suerte.

  9. Querido Doctor Wenceslao, antes que nada mil gracias por su tiempo y su respuesta.
    Bueno le cuento, me operaron finalmente el dia 6 de enero, el doctor me dijo que la operacion era imperante por mi peso y el nivel de actividad fisica que realizo. Afortunadamente para mi no tuvieron que extraer la plastia de la rotula en mi rodilla, usaron un tendon que sacaron de el lado interno de mi muslo. Me gustaría saber si usted conoce algun protocolo o plan post operatorio y de rehabilitacion eficaz, por el momento estoy usando frio local en mi rodilla pero no se cuando podre comenzar a hacer algun ejercicio, cual sera el mas adecuado para comenzar? bicicleta estatica? y cuando sera prudente ?

    muchas gracias de antemano y mucho saludos

    Santiago Abelleira

  10. Creo que para el postop debes seguir las indicaciones del cirujano que te ha operado. Si algo va mal siempre puede decirte que no has seguido su pauta. Y tendría razón.

    Por no escurrir el bulto, te diré que en mis pacientes recomiendo reposo una semana, muletas hasta completar la tercera y rehabilitación de la movilidad hasta recuperarla completamente en torno a la sexta y octava. A partir de ahí musculación con bicicleta, isométricos, excéntricos, natación, etc…

    Se puede iniciar carrera continuar a partir del tercer mes y pretender una recuperación completa para el cuarto. Nunca volver al deporte de intensidad antes del sexto.

  11. mi pregunta doctor es que fui operado de ligamento cruzado posterior de la rodilla derecha poniendome un injerto de otra persona, quiero saber cuanto tiempo tardare en volver a jugar futbol ya que noto que aun no estoy bien y ya han pasado 5 meses ya que me duele en la parte delantera de la rodilla y al lado izquierdo que me impide correr

  12. La operación de LCP es difícil y sólo al alcance de algunos muy experimentados cirujanos. El que te ha operado, por tanto, debe ser un excelente cirujano y a él debieras consultar tus dudas. Por adelantar algo te diré que un LCP puede requerir más tiempo que esos cinco meses para que sisntas mejores sensaciones que las que cuentas. Y si algo no está bien, tienes que acudir a tu médico para que te explore y llegue a una conclusión.

  13. Buenas tardes
    Bueno, me explico, el pasado enero, jugando al futbol, en un desequilibrio en carrera (con mala pisada en la caida) senti un desgarro en la cara media/interna de la rodilla, muchisimo dolor y un par de dias de hinchazon y cojera.
    En urgencias me dijeron que tenia pinta de esguince de ligamento lateral interno. No obstante, pedi cita para el traumatologo (cita que me dieron para mayo) y posteriormente (en agosto) se dignaron a hacerme resonancia, en la cual me dijeron que tengo roto el ligamento cruzado anterior y dañado el menisco. Estamos en noviembre y sigo sin fecha de operacion.
    Tengo 19 años y mi principal preocupacion es volver a jugar al futbol como hacia antes (una o dos veces por semana). Llevo mucho tiempo haciendo vida normal (sin deporte dinamico, excepto bicicleta, pero tambien sin cojeras)
    Queria saber dada su experiencia (teniendo en cuenta los 6-8 meses de rehabilitacion) si, teniendo en cuenta mi edad y demas, si podre volver a jugar al futbol como hace ya casi un año
    gracias de antemano

  14. Podrás volver a jugar siempre que tu rodilla sea estable. A veces se estabiliza espontáneamente y otras es preciso operar. Si tu rodilla es estable o no debe determinarlo una exploración. Un especialista te lo podrá decir enseguida y tú podrás confirmarlo con tus propias sensaciones.

    Si no es estable, tendrás que operarte. Después de la operación, rehabilitación y un tiempo razonable de readaptación, podrás volver a jugar.

  15. Buenas tardes doctor,

    Lo primero felicitarle por su blog, ha sido de gran utilidad en mi búsqueda de información.

    Me operan el mes que viene de LCA y rotura interna de menisco.

    Quería saber su opinión acerca de utilizar drenajes o no.
    En mi búsqueda de información por la web, he leído varios estudios en los que a varios pacientes les ponían drenaje y a otros no. No había diferencias significativas entre unos y otros, salvo que los del drenaje se llevaron el mal rato de la extracción del tubo.

    ¿Qué opina usted? ¿Cree que le puedo sugerir a mi doctor la no utilización de este método?

    Muchas gracias de antemano.
    Un saludo.

    1. Hola doctor, quiero hacerle una pregunta , estoy operada de mis dos rodillas la derecha me quitaron todo el menisco y la izquierda casi en su totalidad también tengo el ligamento cruzado interno parcial roto , yo trabajo de auxiliar de ayudas a domicilio la verdad que estoy pasando muchísimo dolores ahí días en la que no puedo ni levantarme del dolor como profesional deme usted un Consejo que puedo hacer en este caso , espero su respuesta, muchas gracias por su buena comprensión.

      1. No me expones bien la lesión. Estás operada pero no me dices cómo quedó tu cartílago, si tienes una condropatia o no. No existe el ligamento cruzado interno. Puede ser el lateral interno o el cruzado anterior. Supongo que es éste último. Si está roto y tu rodilla es inestable, necesitarás reparación quirúrgica. En caso contrario hay que saber la causa del dolor, probablemente una condropatia y aplicar el tratamiento correspondiente
        Debes acudir a un profesional cualificado, establecer el diagnóstico correcto y dejarte aconsejar sobre el mejor tratamiento

  16. Sugerir, sugerir… tú verás lo que quieres sugerir a tu médico y el grado de confianza en la relación pero creo que el poner o no drenajes es una potestad del médico que carga con la responsabilidad de la operación. Yo soy partidario de ponerlos. Es cierto que puede resultar molesta la extracción pero seguro que no lo que te han dicho o imaginas. Y es más seguro para evitar complicaciones como un hematoma en la zona de extracción de la plastia o un hemartros por sangrado dentro de la articulación.

    Yo, te repito, los uso y los seguiré usando. Por el bien de mis pacientes.

  17. Hola buenas, sufrí una luxación de rodilla la cual yo misma coloque…. (malamente creo…) porque al hacer me la radiografía aparece k tengo pinzamiento femorotibial lateral…. en palabras del traumatologos que tengo el fémur encima de la tibia….me hablaron de operación… y tal pero me dijeron k tenía k bajar la inflamación para k me viese el especialista de nuevo…. mi pregunta es …. dolor apenas tengo pero siento la pierna inestable… no puedo doblarla del todo y me cuesta ponerla recta…. podré evitar la cirugía??

    1. Si verdaderamente se ha llegado a luxar, se trata de una grave lesión y necesita tratamiento, primero para reducir la luxación y después para reparar quirúrgicamente las estructuras lesionadas. Supongo que no ha llegado a tanto. Hasta que tengas un diagnóstico, espero que sea pronto, mantén la pierna estirada en reposo y aplica frío varias veces al día.

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