Rendimiento Físico
El rendimiento físico de un deportista está íntimamente ligado al Metabolismo Energético , que en función del tipo de actividad deportiva, duración e intensidad va tener unas claves diferentes.
Así el tipo de producción de energía mayoritario va a estar en relación con la intensidad del ejercicio y puede estar en relación con el metabolismo anaeróbico o aeróbico, pero tanto cuando hablamos del aeróbico (directamente) como del anaeróbico (indirectamente a través de la velocidad de recuperación de ese esfuerzo puntual), todos ellos son dependientes de la capacidad de producción de energía derivada del oxígeno y más específicamente del Consumo Máximo de Oxígeno (VO2max). Vemos por tanto que existe una relación directa entre oxígeno y rendimiento físico.
¿Cual es la relación entre Hipoxia y Rendimiento Físico?
Podríamos decir que en un principio la Hipoxia estimula la producción (mejor podríamos decir la no eliminación) del Factor Inducible por la Hipoxia (HIF) , que es en realidad quien va a dar lugar a una estimulación en cascada de diferentes factores de crecimiento, así como de diferentes enzimas y proteínas, estando todo ello en la base de la mejora del rendimiento físico en el deporte. Concretamente esa mejora viene dada porque la hipoxia mantenida, así como la hipoxia intermitente, e incluso en algunos aspectos el entrenamiento hipóxico, da lugar a adaptaciones fisiológicas que afectan a la sangre, al músculo y a la circulación sanguínea, dando lugar por una vía u otra a la mejora del rendimiento físico.
Es bien conocida la mejora de los parámetros sanguíneos con la hipoxia, dado que entre los factores de crecimiento estimulados por el Factor Inducible por la Hipoxia (HIF) se produce una activación en la producción endógena de eritropoyetina (EPO) que a su vez es un potente estímulo de la producción de Hemoglobina y con ello de los glóbulos rojos y de sus precursores los reticulocitos. Este aumento de los niveles de Hemoglobina (transportador del Oxígeno a través de la sangre) incrementa la capacidad de transporte de oxígeno desde los pulmones a todas las células del organismo, lo que se traduce en un aumento del Consumo Máximo de Oxígeno (VO2 max) y de la Resistencia Aeróbica, con lo que el rendimiento físico en pruebas deportivas en las que se ve involucrado el metabolismo aeróbico mejora de forma significativa.
A nivel muscular la hipoxia da lugar a la activación de prácticamente todos los enzimas que intervienen en la glucólisis anaeróbica con el fin de compensar la disminución en la producción de ATP por vía aeróbica que tiene lugar cuando hay un déficit de oxígeno. Esta estimulación de los enzimas glucolíticos da lugar a la mejora del rendimiento anaeróbico. Esta mejora es bien conocida desde hace tiempo y numerosos trabajos en este sentido están publicados; otro factor de mejora del rendimiento anaeróbico con la realización de hipoxia, es que mejora la capacidad tampón, con lo que se retrasa la acidosis conllevando un mayor tiempo de uso del metabolismo anaeróbico.
La hypoxia produce también una clara estimulación en la producción de VEGF (Vascular Endothelial Growth Factor), que es el factor de crecimiento que va a estimular formación de nuevos capilares y vasos sanguíneos, con lo que aumenta la capilarización de los tejidos, y principalmente de los tejidos afectados por la hipoxia como es el músculo en actividad intensa o en proceso de recuperación. El aumento de la capilarización disminuye la distancia que debe recorrer el oxígeno desde el lecho capilar hasta la célula, favoreciendo con ello la eficiencia en la utilización del oxígeno por parte de las células, incluidas las células musculares y colaborando también en la potenciación del metabolismo aeróbico.
Dado que los diferentes sistemas generadores de hipoxia normobárica (altitud simulada) como el BioAltitude A100, el Summit II o los hypoxicator Vital Air de Go2Altitude producen una simulación de altitud, o lo que es lo mismo hipoxia, la utilización este tipo de aparatos, así como las estancias en altitud, van a traer consigo la estimulación y mejora de los sistemas citados anteriormente y con ello favorecen el aumento del rendimiento físico deportivo, tanto de corte aeróbico, como del anaeróbico.
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