El Entrenamiento de la Musculatura Inspiratoria como Ayuda Ergogénica en el Deporte
26-11-2007 ¦ Biolaster
Las evidencias recientes apuntan al importante papel que el trabajo de la musculatura respiratoria tiene sobre la limitación de la tolerancia al ejercicio físico. Alison McConnell indica que ya es hora de comenzar a cambiar la idea que tenemos sobre el papel que tiene el Entrenamiento de la Musculatura Inspiratoria en el aumento del Rendimiento Físico.
En el número de Otoño de 2007 de la revista "Physiology News", la fisióloga Alison McConnell publica una pequeña revisión sobre la mejora del rendimiento físico que trae consigo el entrenamiento de la musculatura inspiratoria, y los mecanismos implicados, con el título Inspiratory muscle training as an ergogenic aid: credible at last?.
Durante prácticamente 20 siglos los fisiólogos del ejercicio no han considerado la posibilidad de entrenar de forma específica la musculatura respiratoria, dado que a nivel del mar el transporte de oxígeno no está limitado por la respiración y los humanos parece que tenemos una gran reserva respiratoria, incluso cuando se realiza un ejercicio de máxima intensidad. Teniendo en cuenta lo anterior, cuál es el razonamiento para recomendar el entrenamiento de la musculatura respiratoria??
En la última década se han producido avances muy significativos en el conocimiento y comprensión de las limitaciones causadas por el trabajo de musculatura respiratoria, así como el conocimiento de los mecanismos involucrados en la mejora de la tolerancia al ejercicio derivada del entrenamiento específico de la musculatura inspiratoria.
Si bien en un principio se pensó que la mejora del rendimiento físico que trae consigo el entrenamiento de la musculatura inspiratoria parecía derivarse del cambio en los volúmenes y flujos respiratorios, se comprobaba que no se producían cambios en parámetros directamente relacionados con el rendimiento físico como el Consumo Máximo de Oxígeno o el Umbral Anaeróbico.
Diferentes estudios que se han ido publicando en los últimos años, como los del grupo de Dempsey, han permitido conocer más en profundidad los cambios derivados del entrenamiento de la musculatura respiratoria y en la actualidad parece que el mecanismo principal de dicha mejora es el cambio en un reflejo metabólico que originado en la musculatura respiratoria produce cambios en el flujo sanguíneo de los territorios musculares activos.
Así pues, una vez que se alcanza un cierto nivel de fatiga de la musculatura respiratoria se activa un reflejo metabólico que tiene por resultado una disminución del flujo sanguíneo en los músculos activos, con lo que disminuye el aporte de oxígeno a esos tejidos y lógicamente como consecuencia de ello caen las tasas de formación de energía y el rendimiento físico.
El entrenamiento específico de la musculatura inspiratoria, retrasa la aparición de fatiga de dicha musculatura con lo que el reflejo metabólico precisa una mayor intensidad para que se active con lo que mejora la tolerancia al ejercicio. Es por ello que con el entrenamiento de la musculatura inspiratoria mejora el rendimiento físico, a pesar de que no se produzcan aumentos del Consumo Máximo de Oxígeno.
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