Placer Por Correr? Endocannabinoides e Intensidad del Ejercicio
15-07-2013 ¦ Biolaster
Los beneficios del ejercicio sobre la mente y el cuerpo son muchos y muy importantes, Realizar ejercicio incluso en cantidades moderadas disminuye el riesgo de enfermedades cardiacas, derrame cerebral, diabetes, demencia, depresion, Alzheimer, por nombrar algunos.
Los corredores que entrenan con regularidad también pueden experimentar de primera mano una casi inmediata mejora en su estado de animo, a menudo denominado como “El subidón del corredor" (Runner’s high). Sin embargo, los mecanismos exactos de este impulso emocional son todavia desconocidos. Hasta hace muy poco se creia que era el resultado de endorfinas, peptidos opiaceos naturales liberados en el cuerpo y que se asemejan a los opiaceos sintéticos, trabajando como analgesicos y en la creacion de sensaciones de euforia, pero esta idea se ha puesto en duda recientemente.
Las moléculas que crean estos péptidos opiáceos son demasiado grandes para pasar a través de la barrera hematoencefálica, lo que significa que las endorfinas liberadas en el torrente sanguíneo durante el ejercicio serían incapaces de completar su camino hasta el cerebro.
Sin embargo, un sistema de "droga" endógeno diferente ha comenzado a atraer la atención, y algunos investigadores están ahora centrándose en los endocannabinoides, (eCB) el derivado orgánico del cannabis o la marihuana, que se encuentra en el cuerpo.
Los eCB se componen de lípidos, que son lo suficientemente pequeños para pasar a través de la barrera hematoencefálica cuando se liberan en el torrente sanguíneo y tienen efectos similares de reducción del dolor y la ansiedad y fomentar sensaciones de bienestar.
El año pasado veía la luz un interesante estudio llevado a cabo por la Universidad de Arizona en el que se investigaba y comparaba cómo el ejercicio afecta a los niveles de eCB de dos mamíferos-atletas naturales - los seres humanos y los perros - y una especie de baja actividad física – los hurones.
El descubrimiento fue que los animales que evolucionaron hacia el ejercicio físico de resistencia, se vieron beneficiados por los eCB mientras que los animales que no lo hicieron no son capaces de experimentan ese placer, lo que lleva a proponer que la selección natural utiliza este sistema de eCB para motivar al ser humano hacia la práctica del ejercicio de resistencia.
Habiendo constatado que los mamíferos que realizan ejercicio físico liberan eCB placenteros en respuesta al ejercicio, podrían estas sustancias químicas del cerebro ser la varita mágica que solucione los problemas de obesidad?
Lamentablemente no parece tan sencillo y no es probable que los adictos a la televisión salten de repente de sus cómodos sofás y experimenten los efectos placenteros del ejercicio, ya que probablemente no son capaces de producir suficientes eCB.
Según los investigadores, las personas inactivas pueden no ser lo suficientemente aptas para alcanzar el umbral de intensidad del ejercicio que lleva a este tipo de sensación gratificante.
Pues bien, este mismo grupo de investigadores acaba de publicar otro interesante estudio.
El hecho de que los cambios psicológicos inducidos por el ejercicio reportados por corredores son dependientes de la intensidad del ejercicio, sugiere que cualquier mecanismo molecular subyacente también debe cambiar con niveles de intensidad de ejercicio diferentes.
En este estudio se han examinado los niveles circulantes de eCB después del ejercicio aeróbico (carrera en cinta rodante) en corredores populares entrenados corriendo a cuatro intensidades diferentes.
Han participado 10 corredores que hicieron sesiones de carrera en tapiz rodante durante 30 minutos en cuatro días distintos. La intensidad de las sesiones se determinó en función del porcentaje de la frecuencia cardiaca máxima:
• Intensidad I: Caminar a intensidad moderada el 44,6% de la F.C máxima
• Intensidad II: Trotar, al 72,5% de la F.C máxima.
• Intensidad III: Correr a intensidad media, el 83,2% de la F.C máxima.
• Intensidad IV: Correr a alta intensidad, el 92,1%
No hay evidencias bastante sólidas de que otros factores, como las endorfinas también contribuyan a lo que consideramos como el “subidón del corredor” - y no necesariamente siguen el mismo patrón. Puede ser, por ejemplo, que los eCB dominen en intensidades bajas-medias y las endorfinas dominen en intensidades medias-altas.
curiosamente, los niveles ya son muy altos incluso antes de que los corredores inicien su sesión en el nivel II. El texto señala que las personas experimentan grandes fluctuaciones en los niveles de eCB dependiendo del día, por lo que las diferencias son de esperar. De todas maneras, llama la atención el gran cambio en el valor absoluto después de la intensidad de II, y también el cambio aún mayor en el valor relativo (es decir, el cambio porcentual) después de la intensidad III
La conclusión de los investigadores es que se demuestra que la señalización de eCB es dependiente de la intensidad del ejercicio, con cambios significativos en la cantidad de eCB circulante observados solamente tras intensidades moderadas (los ejercicios de muy alta y muy baja intensidad no alteran significativamente los niveles circulantes de eCB).
Estos resultados son consistentes con los cambios de estado psicológicos dependientes de la intensidad del ejercicio y por lo tanto, apoyan la hipótesis de que la actividad de los eCB está relacionada con los efectos neurobiológicos del ejercicio.
Por lo tanto, los futuros estudios que examinen el papel del ejercicio en la señalización de eCB en neurobiología o fisiología deben tener en cuenta la intensidad del ejercicio
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by intensity " escríbenos solicitándolo aquí.
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