Entrenamiento Hipoxico y Deportes de Equipo
20-06-2014 ¦ Biolaster
En 2007, Wilber presentó los principales métodos de entrenamiento de altitud / hipóxico utilizados por los atletas de élite: "vivir alto--entrenar alto”(LHTH); permanecer y entrenar en altitud y “vivir alto--entrenar bajo” (LHTL); dormir en la altitud para lograr adaptaciones hematológicas (aumento de volumen de eritrocitos), pero entrenar a nivel del mar para maximizar el rendimiento manteniendo la intensidad propia del entrenamiento a nivel del mar y del flujo de oxígeno.
El método LHTL se puede lograr a través de varios métodos y dispositivos: altitud natural/terrestre, de dilución de nitrógeno, filtrado de oxígeno y suplementación de oxigeno.
Otro método es el "vivir bajo--entrenar alto" método que incluye la exposición hipóxica intermitente en reposo(IHE)o durante las sesiones de entrenamiento(IHT.
Cabe destacar que la inmensa mayoría de las investigaciones de las que se tiene referencia se llevaron a cabo con atletas de élite de resistencia (es decir, ciclistas, triatletas, esquiadores de fondo, corredores, nadadores, kayakers y remeros) y existe una literatura extensa en relación al LHTH así como al LHTL.
Sin embargo, hay una falta de pruebas importante en relación a la aplicación de estos métodos en los deportistas de deportes de equipo
En los últimos tiempos, hemos tenido constancia a través de los medios de comunicación de que algunos clubes de alto nivel o selecciones nacionales de diversas disciplinas de deportes de equipo han llevado a cabo programas de acondicionamiento físico en altitud durante el comienzo de la pretemporada o en la preparación de una competición importante.
A pesar del hecho evidente de que algunos deportistas de diferentes deportes de equipo y de todo el mundo están utilizando el entrenamiento en altura, resulta sorprendente observar que hasta la fecha sólo hay dos estudios de entrenamiento hipóxico que se hayan realizado con jugadores de deportes de equipo.
Por lo tanto, existe una necesidad urgente de mecánica, así como de estudios aplicados que investiguen los cambios de rendimiento producidos en este tipo de deportes tras un periodo de entrenamiento hipóxico en una población específica antes de que se puedan formular recomendaciones basadas en evidencias sólidas.
Paralelamente, en los últimos años, se ha observado un creciente interés por la aplicación práctica del entrenamiento hipoxico en equipos deportivos, principalmente en el fútbol aunque también en el rugby o el fútbol australiano, debido a varias razones.
En primer lugar, hubo controversias en cuanto a la posibilidad de jugar partidos internacionales de fútbol por encima de los 2.500 m en las regiones montañosas de Sudamérica, garantizando al mismo tiempo la salud y la seguridad de los jugadores.
En segundo lugar, los campeonatos mundiales de 2010 (Sudáfrica) y 2011 Sub-20 (Colombia) celebrados en altitud han puesto de relieve la necesidad de que los equipos logren una aclimatación óptima.
En tercer lugar, nos encontramos ante el desarrollo de nuevos dispositivos de hipoxia (por ejemplo, carpas inflables hipóxicas móviles) y métodos (repetición se sprints en hipoxia).
Este creciente interés ha sido recogido por diferentes organizaciones internacionales; por ejemplo, la FIFA llevo a cabo un simposio sobre el fútbol en altitud; el COI ha llevado cabo una declaración de consenso sobre termorregulación y el desafío que supone la altitud para los atletas de alto nivel. En marzo de 2013, el Hospital Aspetar invitó a varios de los expertos internacionales más importantes en esta área del entrenamiento en altura para establecer un foro de investigación e ideas clínicas para la aplicación práctica del entrenamiento hipoxico con jugadores de deportes de equipo.
Las diferencias intrínsecas entre los factores que subyacen al rendimiento de la resistencia (por ejemplo, la velocidad aeróbica máxima, la economía) y el rendimiento deportivo en deportes de equipo (por ejemplo, la capacidad de repetición de Sprints), así como las limitaciones en los respectivos calendarios de competición, explican por qué los objetivos y contenidos de los métodos de hipoxia y su periodización en el programa anual son en gran medida diferentes entre deportes individuales y de equipo.
Como tal, los autores de este artículo señalan que la nomenclatura actual, probablemente ya no es adecuada para la exploración de las nuevas fronteras de los métodos contemporáneos de hipoxia que se ofrecen a los deportistas de equipo en el deporte.
Por esa razón en 2010, se propuso modificar ligeramente la nomenclatura de Wilber, introduciendo la posibilidad de combinar diferentes métodos de hipoxia. Los nuevos enfoques incluyen el “IHE durante el entrenamiento interválico”(iHiT = IHT + IHE) y el "vivir alto--entrenar bajo y alto "(LHTLH = LHTL + IHT).
Dado que se ha obtenido más información sobre el aumento de la glicólisis y la capacidad de amortiguación con el IHT, se discutieron también los beneficios potenciales de estos métodos de hipoxia para el rendimiento anaeróbico
Desafortunadamente, hasta la fecha no hay consenso entre expertos sobre cómo debemos nombrar los diferentes métodos hipóxicos.
El IHT que debería referirse al entrenamiento interválico en hipoxia también se utiliza para el ejercicio continuo en hipoxia de baja intensidad(hasta el 70% VO2max)y de larga duración(hasta 30 minutos)
Recientemente, también se propuso un nuevo método hipóxico (RSH, entrenamiento de sprints repetidos en hipoxia), presumiblemente en base a diferentes mecanismos que el IHT.
Está más allá del alcance de este editorial el revisar los mecanismos que sustentan estas tres subcategorías del LLTH pero, en la opinión de Millet y su equipo, ha llegado el momento de actualizar la nomenclatura actual, ya que cada método probablemente se basa predominantemente en diferentes mecanismos; por ejemplo, el aumento de la capacidad oxidativa (CHT), la capacidad amortiguadora (IHT) o la vasodilatación compensatoria de la selección de fibras (RSH).
Millet y col. suguieren dividir el método LLTH en cuatro subconjuntos; es decir, IHE, CHT (entrenamiento continuo de baja intensidad , menos de 30' en hipoxia), IHT (entrenamiento interválico en hipoxia) y RSH .
Otro punto que merece atención es la naturaleza del estrés que provoca la altitud. Si Wilber en su clasificación hacia una distinción entre métodos LHTL "naturales/terrestres" y "simulados" tal diferenciación no es aplicada para los métodos LLTH.
Con la creciente evidencia que sugiere que la hipoxia hipobárica induce diferentes adaptaciones fisiológicas a la hipoxia normobárica, Millet y su equipo creen que es de suma importancia informar sistemáticamente sobre el método de reducción de la presión parcial de oxígeno en el ambiente.
A la espera de investigaciones confirmatorias, proponen que sería mas beneficioso no sólo uno, sino una combinación de los métodos dirigidos a diferentes cualidades de los deportistas de deportes de equipo a lo largo de la planificación anual.
Según los investigadores la posibilidad de combinar diferentes métodos de entrenamiento hipóxico abrirían vías de investigación aun sin explorar (por ejemplo, la preaclimatación, el mantenimiento de los beneficios después de una estancia en altitud, aceleración del regreso al juego para los jugadores lesionados y / o la prevención del desentrenamiento durante el periodo de fuera de temporada) posibilitando una mejor práctica de los atletas de deportes de equipo.
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