Efectos del entrenamiento en hipoxia versus normoxia en la salud vascular
11-07-2016 ¦ Biolaster
El entrenamiento físico es capaz de solicitar múltiples adaptaciones beneficiosas asociadas con la salud vascular, tales como incrementos en la capilarización del músculo esquelético, función dilatadora vascular, además de disminuir la rigidez arterial. Sin embargo, no está claro si el ejercicio físico realizado en condiciones de hipoxia refuerza estos efectos.
Se acaba de publicar una esclarecedora revisión sistemática de la literatura para determinar si el ejercicio en hipoxia conduce a adaptaciones vasculares superiores a las obtenidas cuando el ejercicio es realizado en normoxia.
Con ese objetivo, se realizaron búsquedas en MEDLINE, Scopus y Web of Science, desde su inicio hasta septiembre de 2015, de artículos que evalúan las adaptaciones vasculares tras el ejercicio físico realizado en condiciones de hipoxia y normoxia.
Se llevó a cabo un metanálisis para determinar la diferencia entre el promedio de los efectos del entrenamiento realizado en hipoxia versus normoxia en las adaptaciones vasculares.
Tras la revisión sistemática, se incluyeron 21 estudios controlados, con la participación de 331 individuos (media de edad 19-57 años, 265 hombres).
Los programas de entrenamiento consistían principalmente en el entrenamiento de resistencia en bicicleta realizado en hipoxia normobárica o normoxia; la duración varió de 3 a 10 semanas.
La intensidad del ejercicio fue similar en términos relativos en los grupos que entrenaron en hipoxia y normoxia en la mayoría de los estudios (17 de 21).
Tras el análisis de todos los datos, se constata que tanto la capilarización del músculo esquelético como la función de dilatación vascular se vieron mejoradas con la realización del ejercicio en hipoxia versus normoxia. No se observaron sin embargo, mejoras en la rigidez arterial.
Las conclusiones señalan que sobre la base de los estudios publicados actualmente, el ejercicio en hipoxia potencia las adaptaciones vasculares relacionadas con la capilarización del músculo esquelético y la función dilatadora.
Estos hallazgos sin duda, pueden contribuir al establecimiento de programas de ejercicios eficaces para mejorar la salud vascular.
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