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Pequeños Incrementos en el Peso de las Zapatillas se traducen en Tiempos de Carrera más lentos

22-11-2016  ¦  Biolaster

Es indudable que el auge del running ha traído consigo gigantescas campañas de marketing llevadas a cabo por las grandes marcas de calzado deportivo lanzando al mercado y promocionando sus diferentes modelos de zapatillas para correr.

Pequeños Incrementos en el Peso de las Zapatillas se traducen en Tiempos de Carrera más lentos

Cada marca, dispone de modelos de zapatillas destinados a cada una de las diferentes modalidades de correr que se practican en la actualidad. Uno de los reclamos utilizados por las marcas es la ligereza de las zapatillas y son muchos los consumidores de zapatillas que dan importancia al peso de las mismas como factor clave a la hora de mejorar el rendimiento atlético. En principio, tiene sentido el hecho de que correr con zapatillas más pesadas implique una mayor utilización de energía que hacerlo con zapatillas más ligeras .Esto ya fue demostrado hace décadas.

¿Pero, significa este hecho que el uso de más energía mientras se corre con zapatillas más pesadas se traduzca realmente en tiempos de carrera más lentos?

Recientemente, investigadores norteamericanos han tratado cuantificar si pequeños cambios (1% -3%) en la economía de carrera afectan cuantitativamente al rendimiento de resistencia al correr. Sobre la base de la relación lineal entre la tasa metabólica y la velocidad de carrera y en observaciones anteriores de que el peso de la zapatilla aumenta la tasa metabólica en una relación de un 1% por cada 100 g por zapatilla, los autores plantearon la hipótesis de que el añadir 100 y 300 gramos por zapatilla podría reducir el rendimiento entre un 1% y 3%, respectivamente en una prueba de 3000m.

En el estudio participaron 18 corredores. Para medir la economía de carrera, cada participante tuvo que correr en un tapiz usando tres pares de zapatillas casi idénticas aunque con diferencias muy sutiles. Los investigadores añadieron pequeños plomos a la lengüeta de 2 de los 3 pares de zapatillas. Mientras que un par de zapatillas se mantuvo sin modificaciones, en otro par se añadieron 100 gramos de peso adicional y en el tercer par se añadieron 300 gramos.

A cada corredor (todos con mejores marcas por debajo de los 20 minutos en 5000m) se le midió el consumo de Oxigeno y la producción de CO2 con cada uno de los pares de zapatillas. Los resultados de los tests se compararon con otros obtenidos previamente, mostrando que los costes de energía de los corredores aumentaban cerca de un 1% con cada 100g de aumento en el peso de las zapatillas.

Más tarde, los corredores realizaron un test semanal de 3.000 metros con cada uno de los pares de zapatillas en una pista cubierta. Ignorando las diferencias en el peso del calzado, los corredores corrieron aproximadamente un 1% más lento por cada 100 gramos de plomo añadido a las zapatillas.

El aumento de peso en las zapatillas aumentó significativamente la tasa metabólica corriendo a 3.5 metros por segundo en un 1.11% por 100 g por zapatilla. El promedio de los tiempos en los 3000m usando las zapatillas sin modificaciones fue de 626 segundos mientras que los tiempos medios fueron un 0.65% y un 2.37% más lentos cuando se utilizaron zapatillas con 100g y 300g más respectivamente.

La primera conclusión importante que destacan los investigadores es que los datos muestran que los cambios que se pueden medir de manera fiable en un laboratorio, se traducen en cambios similares en el rendimiento de carrera. Los resultados indican que para evaluar los efectos de un determinado cambio en el equipamiento o técnica, los atletas no necesitan realizar competiciones a la máxima intensidad. Se puede predecir el rendimiento basándose en varios intervalos de 5 minutos a una intensidad submáxima en un tapiz rodante.

Según los investigadores, el estudió trae consigo una implicación interesante. Los corredores de maratón de élite potencialmente, podrían correr cerca de 57 segundos más rápido utilizando zapatillas 100g más ligeras. El actual récord mundial (2:02:57) en poder de Dennis Kimetto fue establecido mientras corría con zapatillas que pesaban alrededor de 230 gramos.

Sin embargo, los investigadores señalan que cuando se reduce la masa de la zapatilla, la amortiguación se ve comprometida. Este factor podría dar como resultado que no se corra más rápido ya que estudios previos llevados a cabo por varios de estos investigadores han demostrado que una amortiguación adecuada también reduce el coste energético al correr.

Por lo que se recomienda que se tenga en cuenta esa relación entre el peso y la amortiguación de la zapatilla.

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