Control de Eritropoyetina (EPO)
La detección de la utilización de la Eritropoyetina Recombinante (rEPO) ha sido una asignatura pendiente de los organismos antidopaje, hasta su implantación no sin polémica en el año 2000. Desde entonces ha habido dudas en cuanto a la fiabilidad del método y hace poco la Agencia Mundial Antidopaje ha publicado un informe de Aclaración sobre el Control Antidopaje de la Eritropoyetina (EPO).
Desde el año 2000 en que se aprobó el método de detección en orina de la Eritropoyetina (EPO), este método de detección no ha estado exento de dudas ante la fiabilidad del propio método. Para poder ser aprobado, hubo organismos deportivos internacionales (como la UCI) que exigieron la publicación de los estudios realizados con este propósito en una revista científica internacional, cosa que hicieron de forma apresurada en la revista Nature.
A las dudas que generaba este método de detección o de interpretación de resultados han contribuido los casos en los que la muestra A de análisis daba un resultado positivo, positivo que no era confirmado en el análisis de la muestra B o contraanálisis; en el caso del ciclismo hasta Septiembre de 2005 ha habido 41 casos de positivo por EPO en la muestra, de los que en 4 casos (Hamburguer, Llaneras, Strazzer y Guidi) no se ha visto confirmado en la muestra B, lo que supone prácticamente que en un 10% de los casos hay diferencias de interpretación entre la muestra A y la muestra B. Y hay que decir que la discordancia de los resultados entre la muestra A y la muestra B había sido hasta ese momento algo realmente excepcional. Posteriormente en el mundo del atletismo ha habido 2 casos similares con una gran repercusión a nivel internacional; han sido los casos de Bernard Lagat en 2003, subcampeón olímpico que dió positivo por EPO en la muestra A, fue sancionado por la IAAF y posteriormente dió un resultado negativo el análisis de la muestra B y en el año 2006 el caso de Marion Jones, triple campeona olímpica que tras dar positivo por EPO en la muestra A ha dado negativo en el análisis de la muestra B.
Quizá el detonante que ha dado más valor a las dudas y reticencias sobre el método de detección de la Eritropoyetina haya sido el caso del triatleta belga Rutger Beke, acusado de positivo con EPO en el control antidopaje al que fue sometido el 1 de Septiembre de 2004 tras el triathlon de Zwin en Knokke. Este triatleta negó haberse dopado y consiguió que la Comisión Disciplinaria de la Comunidad Flamenca encargara un informe a un experto independiente (el hematólogo Marc Boogaerts) que lideraba un grupo de científicos de la Universidad de Lovaina, llegando a la conclusión de que el método de detección de EPO utilizado no era fiable al 100% dado que alguno de los agentes reactivos utilizados no es totalmente específico a la EPO y tiene tendencia a captar también otras proteinas. También en sus conclusiones hacen referencia a las diferencias de interpretación que tienen los diferentes laboratorios ante los mismos resultados, sobre todo cuando hay un exceso de proteinas en orina, situación que se da tras el esfuerzo, y que ciertas proteinas pueden provocar un falso resultado positivo. Tras analizar todos los datos y conclusiones al respecto, la Comisión Disciplinaria de la Comunidad Flamenca levantó la sanción de suspensión de 18 meses que le habían impuesto. Pero Rutger Beke no contento con el levantamiento de la sanción, ha demandado a la Agencia Mundial Antidopaje y a los laboratorios de Control Antidopaje de Gante (Bélgica) y Colonia (Alemania).solicitando 185.000 euros en concepto de daños y perjuicios.
A partir de estos casos, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha comenzado a dudar sobre la fiabilidad del test (dentro de la fiabilidad del test incluimos la interpretación de los resultados), ya que incluso algunos responsables de laboratorios antidopaje reconocen que existen indicios de que en determinadas circunstancias, como la del ejercicio intenso, podría darse un falso positivo.
La Agencia Mundial Antidopaje puso en marcha un estudio de investigación al respecto y recomendó a los diferentes laboratorios antidopaje acreditados nuevas normas de interpretación de los resultados de detección de EPO. Incluso a algunos laboratorios ha aconsejado la revisión de los casos en proceso y una revisión de los casos habidos en los 6 meses anteriores. Ello ha dado lugar a algunos casos conocidos en los que se ha filtrado un test positivo de EPO que posteriormente ha sido sobreseido.
Nos encontramos por tanto ante un nuevo caso de revisión de los procedimientos utilizados para considerar una muestra de orina como positiva. Ello genera dudas sobre la validez de la metodología utilizada o de la interpretación de los resultados en la detección de EPO con anterioridad y el que haya podido haber falsos positivos. La propia Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha reunido a primeros de Noviembre de 2005 y durante 3 días a los directores de 30 laboratorios de Control Antidoping en París, para debatir sobre el método de detección de la EPO y establecer unos criterios uniformes de interpretación de los resultados.
A pesar de que en su momento los científicos involucrados aseguran con rotundidad la infalibilidad de un método, con el tiempo se ha demostrado que se han cometido errores en el control de algunas sustancias. Primero fue el control de la testosterona (ratio Testosterona/Epitestosterona) el que fue modificado; posteriormente fue el Control de la Nandrolona (19-norandrosterona) el que se modificó, y ahora parece que está sucediendo algo parecido con el control de la Eritropoyetina (EPO).
Aclaración sobre el Control Antidopaje de la Eritropoyetina (EPO)