Tobillo
Traumatología del tobillo
En el tobillo ocurre como en otras articulaciones: las imágenes obtenidas a través de una cámara de artroscopia nos han ofrecido una perspectiva más dinàmica de su patología y han estimulado la revisión de todos los aspectos que intervienen en su génesis, actualizando los métodos de tratamiento. No ha variado sustancialmente el procedimiento de osteosíntesis en las grandes fracturas pero hemos aprendido a interpretar la articulación tibio-astragalina y las articulaciones de tarso y metatarso, invadiéndolas con más audacia y tranquilidad al no ser imprescindible la cirugía abierta.
El tobillo es una articulación vacía, sin ligamentos que la crucen como en el caso de la rodilla o sin meniscos que adapten las superficies de sus huesos. Está, eso sí, rodeada de ligamentos y tendones susceptibles de lesión y su estructura se diferencia de otras articulaciones en su grado de estabilidad, tanto antero-posterior como lateral, debido a la protección que la tenaza de los dos maleolos presta al astrágalo. La patología articular del tobillo será, por tanto, distinta de la cadera y rodilla. Las torsiones producirán esguinces y luxaciones por desgarro de los ligamentos periarticulares. La superficie de contacto es muy amplia y el cartílago podrá dañarse dando lugar a condropatías y, por evolución, artrosis tibio-astragalinas o subastragalinas.
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